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Ishiguro Nobel de Literatura: ¿Qué dijeron los escritores peruanos sobre su elección?
Enrique Planas

Actitud zen y flema británica. Kazuo Ishiguro se encontraba sentado en su cocina, escribiendo unos mails y preparando una comida temprana, cuando le llamó su agente: creía escuchar que le habían dado el Nobel. "En estos tiempos de noticias falsas, durante un buen rato no me lo creí. Pensé que se trataba de una broma hasta que llamó la BBC", explicó el escritor frente al pelotón de reporteros que recibió horas después en el jardín de su casa, en Londres. "Qué quieren, soy un tipo chapado a la antigua”, añadió el escritor que nunca se había creído un candidato al premio de la Academia Sueca. "Pensaba que era algo que le pasaba a los autores viejos, y esto me ha hecho comprender que ya lo soy. Ha sido una sorpresa genuina".

Nacido en 1954 en Nagasaki, Ishiguro viajó al Reino Unido con su familia a los 5 años luego de que su padre, un oceanógrafo, fue invitado a dirigir el Instituto Británico Nacional de Oceanografía. Y aunque no volvió a visitar su país de origen hasta que fue un adulto, su obra refleja bien su doble cultura.

Podríamos decir que, al elegirlo, el Nobel reconoce también a la legendaria generación de novelistas británicos a la que Ishiguro pertenece, junto con Martin Amis, Ian McEwan, Hanif Kureishi, Salman Rushdie o Julian Barnes, la cual renovó la narrativa británica en los años ochenta.

Ahora el nuevo Nobel tiene en mente colaborar en una novela gráfica. "Es algo bastante excitante para mí, porque es nuevo y me devuelve a mi infancia japonesa, cuando leía mangas", dijo en la improvisada conferencia de prensa de ayer.

Por cierto, Ishiguro ya era un autor celebrado en Gran Bretaña. Obtuvo el premio Booker por “Los restos del día”, posee la medalla de la Orden del Imperio Británico y suele aparecer en las listas de los autores más vendidos del país. Al justificar el premio, la Academia Sueca calificó sus libros como "obras de una fuerza emocional que descubren el abismo debajo de nuestro sentido ilusorio de conexión con el mundo”.

—Lirismo e intimidad—
Muchos conocen a Ishiguro por “Los restos del día”, sea por el libro publicado en 1989 o por el popular filme dirigido por James Ivory cuatro años después. Es el caso de la escritora chilena Andrea Jeftanovic, quien pronto volverá a Lima para participar en el IV Festival de la Palabra en el Centro Cultural PUCP. Para ella, las ficciones de Ishiguro están marcadas por el lirismo y la intimidad. Sus novelas nos seducen por sus atmósferas extrañas, enrarecidas, de incomunicación y vacíos, con gestos tenues y tensiones en entre líneas. "A veces son mundos que parecen apacibles pero muestran sus engranajes pesadillescos. En él se reconoce algo del manejo del tiempo proustiano, detalles y una escritura muy cuidada", señala.

Así lo celebran los escritores peruanos

Mario Vargas Llosa
Magnífico escritor, de clara raíz japonesa, aunque perfectamente integrado en la literatura inglesa y en su sociedad. Ejemplo de esa integración es "Los restos del día" [...], una delicia de novela que te introduce en ese mundo inglés con gran destreza narrativa. Sin duda, es un premio mejor que el del último año, al músico Bob Dylan (tomado de "El País").

Mario Bellatin
​El primer libro de Ishiguro, "Pálida luz en las colinas", cambió mi percepción de la escritura, una obra que pone en juego constante el imaginario del lector. Otra de sus obras maestras es "Un artista del mundo flotante", donde el recurso utilizado es que mientras la voz narrativa va en una dirección, el lector va en otra completamente contraria.

Santiago Roncagliolo
​Ishiguro es un autor sin límites. Puede retratar el Japón posnuclear con el mismo talento que las leyendas medievales. Situar una historia en el futuro de "Nunca me abandones" o en el pasado de "Los restos del día". En un mundo obsesionado con el realismo documental, este Nobel reconoce el valor de la imaginación.

Carmen Ollé
​Hace unos 15 años leí "Pálida luz en las colinas" y me encantó por la delicadeza para narrar las obsesiones y traumas de sus personajes, y su poética oriental en un ambiente como el inglés. Otra novela que me gustó es "Un artista del mundo flotante", la ambientación de los barrios del placer en Japón es excelente. Un autor imprescindible.

Fernando Iwasaki
​Me siento muy complacido por la concesión del Nobel a Ishiguro, pues siempre he leído sus libros con deleite y admiración; especialmente "Los inconsolables" (1997) y "Un artista del mundo flotante" (1986). Por otro lado, se trata de un novelista "extraterritorial", rasgo que siempre me ha fascinado en cualquier autor de todas las épocas.

Giovanna Pollarolo
​Descubrir "Un artista del mundo flotante" fue fascinante. Al leer "Pálida luz en las colinas" (1982) y "Los restos del día" (1989) resulta sorprendente advertir cómo un autor nacido en Japón, que en su primera novela había dado cuenta del mundo de sus padres y abuelos, luego narre el mundo de la aristocracia inglesa desde la perspectiva de un mayordomo alienado por sus convicciones.

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