Diana Mery Quiroz Galvan

En 1943 y a casi 10 mil kilómetros de su país natal, una peruana escribió un que hoy es considerado como un clásico de la literatura infantil francesa. Eran tiempos de insania bélica y publicaciones censuradas, pero “El niño del metro” de fue uno de los pocos escritos que esquivó ese obstáculo. Curiosamente, ese mismo año “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry también hacía su aparición. Hoy, gracias al empeño del editor José Donayre Hoefken por rescatar esta obra del olvido y el apoyo de los Estímulos Económicos para la Cultura 2021 del Mincul, la esperanzadora historia considerada como una alegoría a la ocupación nazi, llega por primera vez al Perú traducida al castellano.

Casi desconocida

Fuera de Francia pocos conocen a esta autora y menos aún tienen conocimiento de que Truel formó parte de la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque no se sabe desde cuándo prestó sus servicios como falsificadora de documentos para ayudar a poner a salvo a judíos prófugos y soldados aliados, su labor fue crucial. Bajo el seudónimo de ‘Marie’ se libró por años de la Gestapo, pero durante su último año de vida fue apresada y torturada. Finalmente, murió en una de las llamadas ‘marchas hacia la muerte’, que intentaba ocultar la barbarie cometida por los alemanes.

La familia Truel en Lima. Madeleine vivió en Perú durante sus primeros 20 años.
La familia Truel en Lima. Madeleine vivió en Perú durante sus primeros 20 años.

La primera vez que Donayre, director de Maquinaciones Narrativa -sello editorial que busca difundir el legado de la escritora en el Perú-, escuchó de ella fue en 2009, cuando el periodista Hugo Coya le hizo llegar el manuscrito de su libro “Estación final”. Como él mismo cuenta, la biografía de esta valiente mujer lo dejó maravillado, pero sobre todo le impactó lo singular de su obra “en clave fantástica-surrealista, que hablaba de la esperanza y libertad en un mundo subterráneo”. Y es que “El niño del metro” sigue, precisamente, las aventuras de un niño de siete años que nació y creció en medio de los túneles y paradas por los que se traslada el tranvía. Su imaginación lo hace intuir un mundo fantástico que desconoce, pero que ansía descubrir así tenga que enfrentarse a la hostilidad de las personas, las garras de las fieras o a un gigante malvado.

El libro fue escrito durante la convalecencia de Truel, tras ser atropellada por un camión que la obligó a guardar reposo durante un año. Se inspira en Pascual Behar, uno de los tantos niños del distrito XVII de París que acudían a su departamento para escucharla contar los maravillosos relatos aprendidos en Perú durante sus primeros 20 años. Pascual y su madre, de origen judío-rumano, fueron capturados por los nazis en julio de 1942. A los pocos días, el pequeño logra escapar y es acogido por un buen tiempo por la narradora y sus hermanas.

Ilustraciones de Gabriela Quispe, redibujadas para que calce en el formato publicado en castellano. Los dibujos originales son a color y pertenecen a Lucha Truel, hermana de Madeleine.
Ilustraciones de Gabriela Quispe, redibujadas para que calce en el formato publicado en castellano. Los dibujos originales son a color y pertenecen a Lucha Truel, hermana de Madeleine.

Más información: El libro se presenta mañana a las 7 p.m. en Escena Libre (Av. Camino Real 1075, San Isidro) . De venta en librerías Lancom, Communitas, La Rebelde, Sur, El Virrey y Escena Libre.