La pandemia de COVID-19 sorprendió a Alejandro Sanz en esta parte del mundo. Ya había cantado en Lima y se alistaba para presentarse en Bogotá, cuando sus planes se pospusieron por tiempo indefinido. Regresó a Madrid y pasó allí por diferentes estados de ánimo, sin perder nunca el impulso creativo. De hecho, en cuarentena hizo conciertos virtuales (uno de los primeros, junto a Juanes), lanzó canciones, estrenó una película (”El mundo afuera”) y escribió “Sanz”, el disco que hoy presenta.
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El álbum, el décimo segundo de su carrera, se publica, además, en un tiempo de celebración, no solo por los avances en el retorno a cierta normalidad, sino por los 30 años que se cumplen desde que lanzó su primer disco bajo el nombre de Alejandro Sanz. Tres décadas de trayectoria que, además, si consideramos la corta expectativa de vida que tienen hoy en día las carreras de los artistas en promedio, le permiten una libertad que pone en practica en este disco.
Para comenzar, el español destaca que este álbum no tiene sencillos, pues fue concebido como eso, un disco, que debe ser escuchado desde el tema 1 hasta el 10 (una discusión que ya puso recientemente sobre la mesa la británica Adele) y porque no ha escrito ninguna de las canciones buscando el primer lugar de los ránkings, sino demostrar dónde se encuentra actualmente como músico. Pero, mejor, que él mismo nos lo cuente:
- Hay artistas que titulan sus primeros discos de manera homónima como quien se presenta, pero hay quienes prefieren guardarse esa posibilidad para cuando publiquen un disco que no solo los presente, sino que realmente los represente, ¿es tu caso con “Sanz”?
Me acabas de dar la excusa perfecta y la voy a utilizar en el resto de las entrevistas (Risas). Pero hay un poco de eso, aunque no tan bien recogido. Es cierto que es cuando uno empieza que se pone este tipo de títulos, para que relacionen tu nombre con el del disco, pero también hay quienes a su primer disco ya le llaman “30 años de éxitos” (como Los toreros muertos). Yo quería que en este disco realmente se sintiera que he dado todo para conseguir algo que me represente completamente como músico. He dado el 1000% para ello. Todavía no sé si lo he logrado, porque la perspectiva es la única herramienta que tienes para ver las cosas realmente como son y todavía no tengo la perspectiva suficiente para saberlo, pero que he dado el 1000% eso es seguro.
- “BIO”, el tema con el que presentaste el disco, ya nos adelantaba que se trata de un material muy personal. Pese a ello, es en este álbum que decides por primera vez grabar temas que no son de tu autoría: “Y ya te quería”, de Manuel Alejandro; y “La rosa”, en el que tomas partes de un tema inédito de Paco de Lucía.
Si había que debutar cantando una canción de alguien que no fuera yo, no se me ocurría nadie mejor. Primero, Paco de Lucía es mi compadre y ha sido mi ídolo musical toda la vida, además del espejo en el que me he mirado muchas veces como artista por la forma en la que se comprometía con su arte. Cuando llegó a mí este estribillo que tenía grabado y no había editado en ninguna canción me pareció una oportunidad única de poder tenerle de nuevo a mi lado, sentado con la guitarra y cantando, porque además canta en la canción. No me lo pensé ni un segundo. Y en el caso de Manuel Alejandro, él es mi padrino, pero no lo he visto desde mi bautizo. Creo que la forma que tuvo de celebrar nuestro encuentro después de tantos años fue darme esa canción, que es una belleza. Me parecía una buena excusa para inaugurar esa vitrina de canciones que no son mías y que me encanta cantar.
- Aunque en todos tus trabajos hay una personalidad clara, en tus últimos discos habías estado probando con otros sonidos, y en este vuelves a tu estilo más clásico, siempre con el flamenco presente, pero también con arreglos de cuerda, de viento y armonías con coros de voces femeninas. ¿Qué influyó en el sonido de este disco, quizás tu regreso a Madrid después de tantos años viviendo en los Estados Unidos?
No lo creo. Mi sonido es producto de los años. Mi búsqueda constante ha sido la de mi propio sonido. Creo que lo más importante que puede hacer un músico es encontrar su voz. Y mi sonido es el resultado de todos mis viajes, de todo lo que me ha gustado y también de lo que soy. Antes no sabía por qué la balada italiana, sobre todo en una etapa de mi vida, fue tan importante hasta que un día me hice el análisis del ADN y resultó que, después del español, el italiano es el porcentaje más alto en mí. También hay un porcentaje cubano y yo me decía ‘¡esto no puede ser!’. Todo lo que está representado en mi música resulta que está en mi ADN. Puede ser una coincidencia, pero a mí me gusta, me parece interesante pensar que hay algo en nuestro ADN que nos hace, en el caso de los músicos, sonar de una forma u otra. Me parece que todo es consecuencia de lo que hacemos, pero también de lo que estamos hechos.
- En este disco también hay arreglos que no son tan frecuentes en tus canciones, hay allí algunos arreglos con programación, más digitales. ¿Qué tan abierto estás a nuevos sonidos?
Lo vengo haciendo toda mi vida. Yo creo que la música es demasiado grande y toda la tecnología que estamos usando, que ya lleva varios años. Digamos que desde que se inventó el sample, se han estado utilizando sonidos electrónicos y, de hecho, se vuelven a utilizar algunos sonidos analógicos de teclados como si fueran muy modernos, pero son sonidos de los 70. Yo creo que todo lo que esté a tu mano para transmitir lo que quieres transmitir tienes que usarlo. Es un sacrilegio tener todas las herramientas y no utilizarlas. Nadie se puede apropiar de los sonidos ni de la forma de producir, está abierto para todos, y es maravilloso. Tenemos tantas posibilidades, puedes tener una orquesta en tu celular. Ahora, nunca va a sonar como grabar una orquesta en Bratislava o en Praga o en donde sea, una orquesta de verdad con sus 40 o 50 músicos tocando. Eso ya te lo digo yo, no hay ‘sample’ que pueda con ello.
- En este disco también trabajas con Javier Limón, que es un nombre muy conocido en el mundo del flamenco y un gran amigo tuyo. Aunque ya han hecho canciones juntos, esta es la primera vez que produce uno de tus discos.
Y también está su hijo, Javier Limón Jr., que tiene 18 añitos, es estudiante de Berklee y es un poco al que quise poner de responsable de los sonidos electrónicos. Me interesaba ver entre ellos dos ese lenguaje del que estábamos hablando llevado a la práctica. Además, en el disco también está Alfonso Pérez, que es el arreglista de cabecera de todas las canciones y productor junto con Javier. Quería ver a los dos mas clásicos, mas experimentados, con muchas producciones a sus espaldas, y cómo se comunicaban con Limón Jr. y sus 18 años. Con esas dos formas de arreglar conseguí una voz que es la que sale en el disco. Y tener a Javier Limón me daba muchas ventajas. Es alguien que conoce bien el flamenco, ha grabado con Paco de Lucía, con muchos flamencos. Me interesaba esa parte más salvaje de Javier, su forma de entender las producciones, con la manera más ortodoxa y académica de Alfonso Pérez. Uno es muy metódico, el otro es más resolutivo, esa mezcla creo que ha funcionado.
- Cuando empezaste tu carrera, no era frecuente con un artista de pop utilizara sonidos como el del flamenco, ahora hay otros artistas españoles que se destacan, como Rosalía o C. Tangana, por llevar parte de su identidad a su música. ¿Crees que la industria de la música es ahora mas receptiva con lo diferente?
Uno de los discos mas vendidos de mi historia fue “El alma al aire”, que es un disco con muchísima raíz flamenca. Yo creo que la música no se puede definir por si determinados estilos van a funcionar o no, porque te puedes sorprender. La música, cuando llega, llega en la forma que sea. Shakira, por ejemplo, metía mucha música árabe en sus canciones, y mucha música africana. Los estilos están allí para que cada uno los utilice como quiera, igual que las herramientas sónicas. El flamenco siempre va a estar presente en lo que hago, porque yo me crie con el flamenco y haciendo flamenco. Celebro cada vez que alguien lo utiliza para ponerlo en valor, pero sigo creyendo que, si alguien le dio su sitio, esos fueron Paco de Lucía y Camarón de la Isla. Eso es así.
- Ahora que mencionabas a Shakira. El reggaetón ha puesto la música en español en lugares que antes no eran tan receptivos con la música en nuestro idioma, y uno de los primeros temas de reggaetón comerciales, que rompió la barrera del idioma, fue el que grabaste tú con Shakira a principios del 2000, “La Tortura”. ¿Cómo evalúas ese tema ahora?, ¿imaginaste la influencia que tendría?
Yo creo que de un modo u otro ayudó a abrir un camino, pero ese camino ya estaba abierto por Tego Calderón, Vico C... ya había gente haciendo un tipo de música urbana, que se dio por llamarlo reggaetón, pero que no se parecía mucho a determinado reggaetón que se hace ahora. Yo creo que la música urbana ha existido desde siempre. Hay cosas de muy buena calidad y hay cosas de no tan buena calidad, como en casi absolutamente todo, y eso te lo digo desde el 10% peruano que también tengo en mi ADN.
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En 2016, tras revelarse en una prueba de ADN que tenía un importante porcentaje peruano, Alejandro Sanz recibió en el programa que en aquel entonces conducía Mathías Brivio un pasaporte peruano. “Me hizo mucha ilusión saberlo por el cariño que le tengo a Perú y lo bien que siempre me han recibido. Me entusiasma saber que parte de mis orígenes vienen del Perú”, dijo Sanz en su momento.
EL DATO
“Sanz”, el nuevo disco de Alejandro Sanz, ya está disponible en todas las plataformas digitales. Este es el ‘tracklist’ del álbum:
- “BIO”.
- “Iba”.
- “Yo no quiero suerte.
- “La Rosa.
- “Si yo quisiera y si tú pudieras”.
- “Mares de miel”.
- “Uno nada más”.
- “No sé qué me pasas”.
- “Geometría”.
- “Y ya te quería”.
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