
El 7/9/2010, en la Comisión de Economía del Congreso, debatí con el presidente del BCR sobre la importancia de tener nuestras reservas en oro, más que en dólares. Le pregunté: “¿Por qué no cambiamos estas reservas en oro? … Si estuviesen en oro, si esas compras diarias de dólares se invierten en oro, estoy seguro de que esas reservas estarían no solamente más sólidas, sino en mucho mayor cantidad”. “Señor García Belaunde –respondía Julio Velarde–, el oro se compra porque se compra, en sí no tiene valor intrínseco [...] tiene valor porque todo el mundo le da valor, en sí no tiene valor alguno”. Al año siguiente, sobre un tema similar (5/10/2011), el respetado presidente del BCR respondía que el oro “es parte de un estudio que hacen comparando frente a otros activos”.
Hoy, 15 años después, el 4% del portafolio de inversiones del banco central sigue en oro. No obstante, durante este período, el precio de la onza de oro ha dado un salto con garrocha: de US$ 1.270 en setiembre del 2010 a US$2.850 hoy. Una subida del 124%, más del doble; mientras que el dólar ha perdido 45% de poder de compra en este tiempo.
¿Por qué en muchos países desarrollados más del 65% de las reservas se encuentran en oro? ¿Por qué los turcos están obsesionados por el oro, y los peruanos, produciéndolo, lo desechamos? ¿Por qué en Pataz y en Manú están más interesados por el oro que en el Cercado de Lima? ¿Por qué el oro en el Perú sirve para generar caos, inestabilidad e inseguridad, y no estabilidad, seguridad y riqueza formal como en muchos países?
El Perú se encuentra entre los 10 principales países productores de oro a escala mundial. Sin embargo, a diferencia de los incas, nuestras autoridades siguen sin fijar una política que oriente la defensa de nuestro metal precioso. El año pasado, exportamos casi US$75.000 millones, de los cuales US$47.000 millones fueron ventas mineras y alrededor de US$14.000 millones fueron oro, mostrando un crecimiento significativo del 56%. Por la vía ilegal, las exportaciones de oro habrían alcanzado casi US$7.000 millones, evidenciando un crecimiento del 41%.
Con un presidente de EE.UU. hablando de una posible tercera guerra mundial, el oro físico aumentará su valor. El Banco de Inglaterra está experimentando una demanda inusual de oro. No hay que ser clarividente para saber que el mercado de oro seguirá expandiéndose como lo vengo diciendo hace 15 años y así mismo estamos bien, pero podríamos estar mejor. El BCR, apoyado en la inmensa red de agencias del Banco de la Nación, podría establecer mecanismos de compra de oro para fortalecer su posición financiera y el de nuestras reservas. ¿Recuerdan que en el pasado la administración de nuestros recursos era por medio de los estancos, como el de la sal, el tabaco o el salitre? En el Perú y el mundo, el oro está que arde. Con la preclara capacidad e inteligencia de Velarde, estoy convencido de que el BCR actuará de acuerdo a los nuevos tiempos de incertidumbre.