
Sigo con mi esfuerzo de resaltar buenas noticias en un país en donde las malas abundan. Esta vez en el ámbito de la democracia y la justicia.
1. El partido de Antauro ha sido proscrito. Él es responsable del asesinato de cuatro policías en un fracasado intento de rebelión contra un Gobierno democrático. Está libre antes de tiempo por una triquiñuela de Pedro Castillo que se creyó el cuentazo que Antauro le conseguiría el apoyo de las Fuerzas Armadas para lo que, pronto supimos, venía preparando. Ahora anuncia que fusilará a todo lo que se mueva, empezando por su hermano Ollanta, si es que él decide que es corrupto.
Nos había fallado el Jurado Nacional de Elecciones, presidido por Jorge Luis Salas Arenas, sosteniendo el peregrino argumento que, en el partido cuya sigla es Antauro, Antauro es solo un militante más. Nos traicionó el Congreso en el que no se consiguieron los votos por la conveniente ausencia de 14 fujimoristas que, jugando a la ruleta rusa con el país, calcularon que, contra Antauro, al fin podrían ganar una segunda vuelta.
Cuando ya todo parecía consumado, la Fiscalía de la Nación pidió un pronunciamiento sobre la legalidad del partido Antauro al Poder Judicial y este, por unanimidad, en segunda y definitiva instancia, lo declaró ilegal. Falta que en su momento el nuevo JNE, dado lo ya decidido y aplicando la lógica más elemental, impida que el personaje postule a cualquier otro cargo de elección popular.
2. Pedro Castillo va a ser juzgado pronto por su fallido golpe de Estado que tuvo como activos y filmados coautores a Betssy Chávez y Aníbal Torres. No por su fracaso (Castillo fue incompetente en todo), deja de merecer la máxima sanción por golpista, para luego con residencia permanente en Barbadillo, enfrentar sus múltiples juicios por corrupción.
A su vez, y pese a la exasperante lentitud, primero del Ministerio Público y luego del Poder Judicial, están por concluir los juicios de Ollanta Humala y Martín Vizcarra. Es probable que, dada la abundancia de pruebas, dos expresidentes más sean merecidamente condenados.
La demora para que empiece el juicio de Susana Villarán se debe, en esta última etapa, a una ley del Congreso. Aun así, y habiendo confesado ella sus delitos, incluso el suyo debiera terminar este año.
3. Es tal el deterioro de la lucha contra el crimen, que el solo hecho que la Comisión de Justicia del Congreso haya aprobado insistir en la restitución de la detención preliminar –tal como fue– siempre es una buena noticia. La mayoría hizo oídos sordos a las observaciones del Ejecutivo, destinadas a sacar del ámbito de la detención preliminar a decenas de delitos.
Por supuesto aún no es seguro que se concrete, ya que falta que el pleno la apruebe y sabemos que este Congreso es un mercado persa donde se compra y se vende de todo. Peor aún, cuando esto no se verá de inmediato porque el presidente del Congreso –quien tiene como principal prioridad esquivar la censura por el caso de la red de prostitución– evitará un pleno hasta marzo.
Por supuesto, Dina también tratará de ‘disuadirlos’ y poder le sobra. Después de todo, está cantado que el vocero presidencial, cada vez más enfangado en el Caso Qali Warma, es candidato para reestrenar esta importante herramienta de la justicia.
Y ya que estamos en eso, también es positivo que un caso de corrupción tan grave avance a escala fiscal. Además del no aforado Fredy Hinojosa, están investigando al ahora exministro Julio Demartini, quien antes de ser expectorado mandó a su abogado a pedir protección adicional del Mininter, preocupado por el audio en que se habla de “darle vuelta”. También a Morgan Quero, jefe asesores de la entonces ministra del Midis, y hasta hoy fallido aspirante a presidente del Consejo de Ministros.