
La vitamina D, un nutriente esencial que nuestro organismo puede sintetizar a partir de la exposición solar, también está presente en algunos alimentos, entre ellos los frutos secos. Esta vitamina, además de favorecer la absorción de calcio y fortalecer los huesos, desempeña un papel fundamental en la regulación del sistema inmunológico, la salud muscular y la función cerebral. La identificación de aquellos frutos secos que aportan mayores cantidades de vitamina D resulta de gran interés para aquellos individuos que buscan optimizar su estado nutricional y prevenir deficiencias de este micronutriente. A continuación, te contamos qué frutos secos aportan mayores cantidades de este nutriente.
¿QUÉ FRUTOS SECOS DEBES COMER PARA CONSUMIR VITAMINA D?
La vitamina D, un nutriente esencial para el cuerpo, no se encuentra de manera natural en muchos alimentos, pero es posible obtenerla de ciertos frutos secos. Entre ellos, las almendras son una opción destacada, ya que además de vitamina D, ofrecen vitamina E, proteínas, grasas saludables y minerales como el magnesio, que es vital para diversas funciones corporales.
Otra excelente opción son las nueces de Brasil, que no solo aportan vitamina D, sino también selenio, conocido por sus propiedades antioxidantes. Estos frutos secos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la salud general.
Por otro lado, las semillas de girasol son ricas en vitamina D y calcio, lo que las convierte en una opción ideal para la salud ósea. Además, contienen grasas saludables que favorecen el bienestar cardiovascular. En esta línea, también debemos mencionar a las semillas de lino, que, aunque contienen menos vitamina D, son una buena fuente de omega-3, que es esencial para mantener la salud del corazón.
Para aprovechar al máximo los beneficios de estos frutos secos, es recomendable consumir versiones no procesadas y combinarlas con otros alimentos ricos en nutrientes, como ensaladas o yogures. De este modo, se puede asegurar un aporte adecuado de vitamina D, según informa Infobae.

¿EN QUÉ OTROS ALIMENTOS SE PUEDE ENCONTRAR VITAMINA D?
Después de la absorción de calcio, el consumo de vitamina D mejora la salud de los huesos, aunque algunas personas pueden obtenerla expuesta directamente al sol, el cuerpo humano requiere una alta dosis de pescados grasos como atún, salmón y caballa en su dieta diaria. El hígado de res, el queso y las yemas de los huevos, así como los champiñones (hongos) que se pueden comprar en supermercados preferiblemente porque han sido expuestos a la luz ultravioleta, son otros alimentos que contienen esta sustancia liposoluble que evita la debilitación de los huesos.
Otros productos ricos en vitamina D que debes tener en cuenta en tu dieta y nutrición diaria para que tu cuerpo funcione correctamente son los cereales, las bebidas de soya, el jugo de naranja, el yogurt y la mantequilla.

¿QUÉ SÍNTOMAS SE PRESENTAN CUÁNDO HAY FALTA DE VITAMINA D?
La deficiencia de vitamina D en el cuerpo puede pasar desapercibida en sus primeras fases, pero con el tiempo se manifiesta a través de síntomas notables como debilidad muscular, dolor en los huesos y fatiga constante. Además, el sistema inmunológico se ve afectado, lo que hace que las personas sean más susceptibles a enfermedades.
En casos más graves, la falta de vitamina D puede llevar a problemas serios como la osteomalacia en adultos o el raquitismo en niños, condiciones que afectan la salud ósea y el desarrollo físico.
Si la deficiencia persiste por mucho tiempo, también aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, trastornos cardiovasculares y problemas relacionados con la salud mental, como la depresión y la ansiedad.
Debido a la importancia de este nutriente para el bienestar general, es esencial cuidar tanto la dieta como la exposición al sol, que es una de las principales fuentes de vitamina D.






