Un pick-up convencional mide 5,3 m de largo, 1,8 m de alto y 1,9 de ancho. Con estas medidas es un vehículo medianamente grande dentro del segmento de livianos y en algunos casos, este tipo de vehículos podría ser dificultoso de conducir en ciudades con tráfico intenso y de calles angostas, tal como en Lima. En cambio, manejar un pick-up 4,4 m de largo, 1,6 m de alto y 1,7 m de ancho, como el Ram 700 puede ser una ventaja, ya que se maneja como un auto y tiene un espacio de tolva decente para llevar objetos de gran tamaño.

Nosotros probamos la versión Big Horn CVT, que si bien es la más equipada, es la que menos carga. Este pick-up compacto llega en cuatro versiones, tres con transmisión MT y una CVT. Las primeras cargan 650 kg, mientras que la última solo carga 400 kg. En ese sentido, si es que se desea priorizar la capacidad de carga, las MT son la mejor opción. Bajo nuestro punto de vista, las versiones MT podrían ser muy útiles para empresas que deseen llevar cinco pasajeros (400 kg) y 250 kg de carga en la tolva. Por su parte, la versión CVT podría ser útil para un usuario particular que no tenga la necesidad de llevar objetos pesados, sino más bien voluminosos.

De hecho, una característica principal es que su carrocería es un mix de un vehículo de pasajeros y de carga. Un pick-up convencional tiene un chasis de largueros (menos elástico en las curvas), mientras que este Ram utiliza un monocasco (más elástico). La suspensión delantera es independiente Mcpherson, mientras que la trasera es de eje rígido con muelles (propio de un pick-up de convencional). Esto último nos parece muy curioso, ya que sus competidores directos ofrecen una suspensión trasera con resortes y solo este RAM llega con muelles.

Tal como se sabe, los muelles soportan más carga que los resortes, por lo que este es un factor diferencial en lo que respecta a la carrocería. No obstante, también son menos cómodos en el andar del vehículo, por lo que se tiene un pro y un contra.

Cuando señalamos que se maneja como un auto es porque en parte tiene una dirección eléctricamente asistida, que lo hace muy fácil de llevar. El giro del volante es suave y preciso. Esto, sumado a que tiene un carro con una carrocería compacta, permite filtrarse fácilmente en el tráfico limeño.

Dicha reacción rápida surge como una respuesta de su motor cadenero. Se trata del 1,3 litros con 98 hp y 130 nm de torque que el grupo Stellantis (dueño de RAM) utiliza en algunos modelos de sus marcas, como Fiat. Este motor tiene una inyección electrónica multipunto secuencial directa, por lo que también podría utilizar gas licuado, tras una previa conversión.

Durante nuestra experiencia de manejo, nos gustó que tuviera un arranque rápido y una respuesta del acelerador agradable. La relación peso-potencia es buena porque el carro tiene un peso neto de 1.183 kg. Es tan liviano como un Kia Rio. En ese sentido, puede ser divertido si es que se maneja sin carga. Además, tiene un modo sport, que le permite una respuesta más contundente del acelerador.

Respecto a su eficiencia, nosotros obtuvimos un gasto de 35 km/galón en el tráfico de la ciudad. El resultado nos pareció justo, ya que siempre utilizamos el aire acondicionado y también nuestro estilo de manejo es rápido.

Respecto al equipamiento, se agradece que la puerta de la tolva tenga un sistema de amortiguación, así como una protección en la superficie de carga, aunque sí consideramos que esta versión tope de gama podría incluir luces LED, al menos en la óptica delantera. La luz halógena no está mal para la ciudad, pero en caso de salir a una carretera, un sistema LED ilumina mejor.

En el interior, claramente notamos que es un vehículo orientado hacia el trabajo. No tiene lujos, pero sí el equipamiento necesario para estar cómodo. Tiene una pantalla táctil de 7″ con Apple Carplay y Android Auto, puertos USB, una pantalla de información de 3,5″, aire acondicionado, entre otros. El timón está forrado en cuero, mientras que los asientos están revestidos en tela. Asimismo, son asientos de ajuste manual.

Sobre la comodidad, en los asientos delanteros hay un amplio espacio para las piernas y cabeza, aunque en los asientos traseros el espacio es más reducido. Tres adultos podrían ingresar con alguna dificultad, por lo que lo más adecuado serían dos adultos y un niño. De esto podemos inferir que la marca sacrificó un poco de espacio en la segunda fila de asientos para incrementar el tamaño de la tolva.

Para concluir, debemos contar que los aspectos que nos gustaron fueron la respuesta rápida de su motorización y la facilidad con que se deja conducir este vehículo. Como aspecto de mejora, nos gustaría que se incluyan luces LED en esta versión y quizás un poco más de espacio para la segunda fila.