Antiguamente, las figuras de los retablos estaban hechas con papa y yeso; actualmente, el tubérculo ha sido reemplazado por la harina disuelta. (Foto: Renzo Salazar)
Casa Museo Joaquín López Antay ayacucho
Rosa Aguilar

Ayacucho, 1910. En aquella época, Joaquín López Antay –quien posteriormente se convertiría en el creador del retablo peruano– tenía 12 años. Visitar las innumerables iglesias huamanguinas y contemplar a los santos con curiosidad, para luego reproducirlos en barro, era su actividad favorita. Su abuela, Manuela Momediano, empezó a instruirlo en su taller de imaginería. Con ella aprendió técnicas, pero sobre todo a valorar el arte popular.

Durante varios años se dedicó a crear los cajones de San Marcos: piezas típicas y religiosas de la región. Es así que en 1940 llegan representantes indigenistas a su casa en Huamanga, entre ellos, José María Arguedas y Alicia Bustamante. Ella preguntó cómo iba la venta de sus cajones; Joaquín respondió que no estaba funcionando. Ante esto, le sugirió incorporar motivos costumbristas en sus trabajos.

El cambio perfecto. Este reto significó la transición del cajón de San Marcos al retablo ayacuchano: una pieza con detalles florales, llena de color y con escenas de festividades tradicionales y del quehacer cotidiano del ande. Con esta obra, López Antay se coronó como una de las más grandes figuras del arte popular y fue el primero, en su rubro, en recibir el Premio Nacional de Cultura, en 1975.

Desde el 2016, la casa del artista está abierta al público de lunes a sábado de 3 p. m. a 6 p. m. Allí permanecen los elementos de su taller original, como sillas, mesas y el brasero a carbón donde hervía la papa blanca, útil para la pasta de sus pequeñas esculturas. Se pueden observar también fotografías en blanco y negro tanto suyas como de los posteriores retablistas de su familia (Mardonio, Ignacio y Alfredo López). Este año, la Casa Museo Joaquín López Antay ganó el concurso Estímulos Económicos para la Cultura 2019. El fondo de 65 mil soles servirá para implementar talleres libres de arte tradicional para niños y jóvenes ayacuchanos. //

SEPA MÁS

Dirección: a dos cuadras de la Plaza Mayor de Ayacucho (jirón Cusco 424). Entradas: adultos S/ 4 y niños S/ 2.

Este proyecto es una iniciativa de su familia: Adela, Alfredo López y Patricia M. López, con el apoyo del museólogo Luis Repetto.

Los pasajes en bus a Ayacucho cuestan desde S/ 52 con Movilbus y S/ 65 con Tepsa.


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