Trabajadores preparan la exposición de un Rolls-Royce para el Salón del Automóvil de Shangái. (Foto: EFE)
Trabajadores preparan la exposición de un Rolls-Royce para el Salón del Automóvil de Shangái. (Foto: EFE)
Redacción EC

En plena bajada de ventas de coches a nivel global, el futuro de la automoción pasa por el Salón del Automóvil de Shanghái, donde las principales automotrices del mundo tratarán de calentar el mercado en los próximos días con nuevos modelos y un foco claro sobre los .

Todo ello para revertir las tendencias globales de caída en las ventas que también se están produciendo en la gran potencia asiática, cuyo mercado ha sido el objetivo en los últimos años para las automotrices internacionales y que ahora encadena nueve meses consecutivos de caídas.




Según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM, por sus siglas en inglés), en marzo las ventas totales de vehículos cayeron el 5,2 % hasta los 2,52 millones, mientras que las de pasajeros perdieron el 6,9 %, una cifra que es aún más pronunciada si se tienen en cuenta los datos en conjunto del primer trimestre del año, cuando la bajada de las ventas de vehículos de pasajeros fue del 13,7 %.

"No hay que alarmarse. Son datos coyunturales porque en China la gente está invirtiendo más en el sector inmobiliario y también porque está esperando a que el Gobierno saque nuevas medidas de fomento a los vehículos de energías alternativas", cuenta a Efe Shaggy Zhu, subgerente para América de DFSK, empresa del grupo automotriz chino Dongfeng.

Con el eslogan "Crear una vida mejor", este año el tema de Auto Shanghái (una feria que intercala anualmente su sede entre Pekín y Shanghái) es la movilidad del futuro, y para ello unos 1.000 expositores presentarán sus avances en este campo.

Aunque hoy se estrenó para los medios de comunicación, la feria se abrirá al público desde el próximo jueves 18 de abril hasta el día 25, tiempo en el que se realizarán presentaciones de unos 140 modelos de vehículos nuevos.

Entre ellos el primer vehículo totalmente eléctrico de Mercedes desarrollado para China, el Mercedes-AMG A 35 L 4MATIC o el también plenamente eléctrico Rapide E de Aston Martin.

Citroen trae su gama todoterreno renovada y adaptada a los clientes chinos con el C3-XR y los C4 Y C5 Aircross; Nissan su nuevo modelo del Sedán compacto Sylphy y Toyota sus primeros dos modelos de SUV eléctricos para comercializar en China, el C-HR y el IZOA, que planea vender para 2020.

La mayoría de las marcas internacionales y, por supuesto, las chinas, quieren demostrar estos días que no se han quedado atrás en el tema de las energías alternativas para la movilidad, un sector -asegura Zhou- en el que China está a la vanguardia.

"En cuanto a la investigación y a la producción, China está a la cabeza del mundo por nuestra alta tecnología en el desarrollo de los vehículos eléctricos. Una muestra es que cada vez más marcas internacionales buscan asociarse con automotrices chinas", explica.

Según datos oficiales, el año pasado se vendieron en China más de un millón de vehículos eléctricos, con una subida interanual del 85 % y para el año 2020 se estima que el dato alcanzará los dos millones de unidades.

Así, aunque las ventas globales caigan, en el apartado de los vehículos eléctricos las ventas están creciendo de manera exponencial, en parte gracias a que los gobiernos locales llevan años llevando a cabo planes para fomentar la producción y la venta de estos vehículos para paliar la contaminación existente en las grandes ciudades.

Una de las últimas filiales conjuntas sino-extranjeras anunciadas, que se suma a la larga lista de acuerdos sino-internacionales en este sector, es la de la automotriz alemana Daimler con la china Geely, que han creado una empresa conjunta para transformar el icónico Smart.
Atrás queda ya la visión de China como un país puramente manufacturero, asegura Zhu, quien cree que "el público cada vez confía más en los fabricantes de automóviles chinos" y las empresas automotrices internacionales miran a las chinas de tú a tú.

"La concepción del 'Hecho en China' como algo de mala calidad está cambiando. Esto pasó antes también con marcas japonesas y coreanas. Aquí en China todos los controles de calidad en la producción son muy altos y por eso las empresas han mejorado mucho", apunta.

(Fuente: EFE)

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