Estudios han demostrado que los seres humanos preferimos ser lastimados de forma física a sentir exclusión social. (Foto: Pezibear en pixabay.com / Bajo licencia Creative Commons)
Estudios han demostrado que los seres humanos preferimos ser lastimados de forma física a sentir exclusión social. (Foto: Pezibear en pixabay.com / Bajo licencia Creative Commons)
Redacción EC

La fascinación de la humanidad con el amor es tan grande como lo es la obsesión por el desamor. Y eso se debe en parte a que el concepto de 'corazón roto' no es solo algo abstracto, sino que también habla de efectos físicos reales en el cuerpo y cerebro, dice por el sitio en AsapScience.

Cuando se experimenta un dolor físico, la corteza cingulada anterior del cerebro es estimulada. Esta es la misma región que se activa cuando te sientes excluido o pierdes algún tipo de relación social. Esto podría deberse a que el dolor físico y emocional no son tan diferentes como se pensó.

Expresiones como "me rompió el corazón", "me fui de cara" o "estoy emocionalmente herido" se utilizan para describir un desamor. Son descripciones físicas que buscan entablar una relación entre el dolor emocional y el físico, al menos en el lenguaje.

Estudios han demostrado que los seres humanos preferimos ser lastimados de forma física a sentir exclusión social.

Se sabe que nuestro cuerpo utiliza el dolor físico para prevenir el riesgo de peligro inminente, pero desde una perspectiva evolutiva, cualquier cosa que aumente nuestra sobrevivencia como especie tendrá probabilidades de estar siempre presente aumentando las relaciones y vínculos sociales entre amigos y amantes. Es un "tú me cuidas y yo te cuido".

Al igual que no queremos sentir dolor físico, tampoco deseamos estar socialmente solos. El dolor en ambas situaciones aumenta nuestras probabilidades de sobrevivencia evadiendo resultados menos deseables. Así como tienes más probabilidades de sobrevivr y reproducirte si no estás solo.

Estudios en primates que al ser separados experimentan un aumento en la hormona cortisol y un decremento en la hormona norepinefrina, causando una respuesta de mayor estrés. Su soledad contribuyó a la depresión, ansiedad y hasta el llanto.

Para los humanos, la ruptura de una relación sentimental, pérdida de un ser amado o la simple soledad pueden desencadenar una reacción similar antes descrita. Esto crea la percepción de dolor físico.

Cómo curar un 'corazón roto'.

Estudios han demostrado que los altos niveles de soporte emocional están relacionados con niveles más bajos de sufrimiento. Así que si tienes o sientes tu 'corazón roto', lo mejor es que te rodees de tus amigos y familia, porque por más difícil que parezca todos queremos ser aceptados socialmente.

Contenido sugerido

Contenido GEC