Bill Gates, fundador de Microsoft. (Foto de John MACDOUGALL / AFP)
Bill Gates, fundador de Microsoft. (Foto de John MACDOUGALL / AFP)
/ JOHN MACDOUGALL
Redacción EC

ha demostrado ser un visionario en los negocios, pero una de sus decisiones más arriesgadas marcó el destino de Microsoft y la fortuna de su amigo Steve Ballmer. En 1980, Gates ofreció a Ballmer el 8,75% de la empresa para convencerlo de unirse a la compañía. Cuatro décadas después, su exsocio ha logrado superar su riqueza, consolidándose como una de las mayores fortunas del mundo.

La relación entre ambos comenzó en los pasillos de Harvard en 1976, donde forjaron una amistad que cambiaría el futuro de la tecnología. Gates quedó impresionado con la energía y habilidades de liderazgo de Ballmer, quien en su etapa universitaria ya destacaba como organizador de eventos deportivos y gestor de medios estudiantiles. Años después, esas mismas cualidades lo convertirían en una pieza clave en Microsoft.

En su libro “Source Code: My Beginnings”, Gates recuerda cómo en 1980 necesitaba un socio estratégico para manejar el crecimiento comercial de Microsoft. La solución fue reclutar a Ballmer, quien negoció hábilmente un mayor porcentaje de participación en la empresa. “Dar a Steve esas acciones fue una de las mejores decisiones que he tomado”, reflexionó Gates en sus memorias.

El impacto de Ballmer en Microsoft fue inmediato. Su enfoque comercial complementó la visión técnica de Gates y ayudó a consolidar la empresa como líder de la industria tecnológica. Su estilo extrovertido y enérgico contrastaba con la personalidad más reservada de Gates, pero juntos formaron una dupla que llevó a Microsoft a dominar el mercado del software.

Aunque el liderazgo de Ballmer al frente de Microsoft entre 2000 y 2014 tuvo altibajos, con la compañía perdiendo oportunidades clave en el sector móvil, su fortuna siguió creciendo exponencialmente gracias a la valorización de sus acciones.

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Tras abandonar el mundo de la tecnología y con un 8,75% de las acciones de una Microsoft catapultada al éxito financiero de la mano de Satya Nadella, Steve Ballmer ha podido dedicarse en cuerpo y alma a su pasión: el baloncesto.

Compró el equipo de la NBA Los Ángeles Clippers y eso le ha llevado a convertirse en la decimoprimera mayor fortuna del mundo según la lista de millonarios de Forbes. Steve Ballmer atesora un patrimonio de 121.300 millones de dólares, superando en riqueza a su amigo y mentor Bill Gates.

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