A media hora del Centro Histórico de Lima, el puerto del Callao es un lugar por redescubrir. Si buscas un viaje por altamar para conocer las islas más famosas del litoral peruano, San Lorenzo y el Frontón, debes dirigirte a este lugar. Los lobos marinos, los pingüinos de Humboldt y las aves guaneras serán parte del recorrido.
Para visitar el suelo flotante chalaco hay varias opciones. Una de ellas es el servicio de Cochamama Tours que, en alianza con Turibus CitySightseeing Lima, promete una travesía inolvidable.
El tour te ofrece dos opciones: partir de Miraflores hacia el Callao a bordo de un turibús o ir por cuenta propia hasta la Plaza Grau para abordar en el muelle Dársena el catamarán Spondillus de Cochamama Tours.
Cuando los motores arranquen, podrás apreciar la cara al mar de la Fortaleza del Real Felipe y las edificaciones de La Punta. Tras unos 25 minutos llegarás a la isla San Lorenzo, la más grande del país. En este pedazo de suelo peruano de 8 km de largo y de 2,2 km de ancho, la Marina de Guerra mantiene una base naval y resguarda Playa Casino, la playa privada del Presidente de la República.
La isla Misteriosa
Vista a la distancia, San Lorenzo transmite misterio. De hecho, la llaman isla misteriosa por las historias de piratas creadas a su alrededor, tesoros escondidos y restos históricos. Allí se encuentran los restos del pirata holandés Jacobo Hemite, ocho cementerios de soldados chilenos que murieron en la Guerra del Pacífico y más de 20 sitios arqueológicos.
Luego podrás llegar a ver la isla El Frontón. En la zona sur del lugar se pueden ver aún las paredes amarillentas que pertenecían a la prisión que, hasta 1986, albergaba a peligrosos delincuentes. El lugar luce completamente desolado y solo es transitado por algunas aves guaneras.
Los lobos marinos
Pero si de maravillarse se trata, tenga la certeza de quedar complacido cuando esté cerca de las islas Palomino, el hogar de una importante colonia de lobos marinos de un pelo o chuscos. Para llegar a la isla, la nave avanzará por mar abierto mientras manadas de lobos nadan en paralelo.
Cuando el catamarán esté lo suficientemente cerca, se apagarán los motores y usted podrá ver en estado salvaje a cientos de lobos de mar, desde los enormes y melenudos machos, hasta los lobeznos nacidos entre diciembre y enero. Será el mejor momento para capturarlos en una foto.
Lo mismo podrá hacer con los pingüinos de Humboldt (Spheniscus humboldti), otra especie en peligro de extinción que mora en Punta San Juan, en la isla San Lorenzo. Antes de inquietarlas, el catamarán Spondillus retomará el rumbo llevándote de vuelta tierra firme.
Con información de Andrea Castillo