Banco Popular, Lucchetti y otros negocios fallidos de Andrónico Luksic fuera de Chile

El remate a un euro de las acciones del Banco Popular de España tuvo entre sus grandes perdedores a Andrónico Luksic, un billonario chileno presente en la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, pero que ha tenido varios reveses fuera de Chile, incluido uno famoso en el Perú.

Andrónico Luksic, presidente del grupo Quiñenco, siempre ha apostado por la internacionalización de sus inversiones, pero no siempre le ha ido bien, y ya habría perdido más de 800 millones de dólares en sus incursiones en el exterior.

En el Banco Popular de España invirtió recién en mayo último, es decir, compró acciones para ver desaparecer su dinero un mes después. Y no fue poca cosa. A través de su firma Vallum compró el 3% del Banco Popular por alrededor de 120 millones de dólares. Hoy ese dinero y el de los otros acciones de Popular fueron convertidos en un euro, a repartir. A Luksic le tocará 0,03 euros.

Si esa pérdida es dolorosa, también lo fue otra de sus operaciones fallidas realizada en Perú. En 1996, Luksic compró 56.000 metros cuadrados de terreno frente a los Pantanos de Villa y construyó allí una planta de fideos para su marca Lucchetti. La empresa invirtió unos 200 millones de dólares que se empantanaron luego que la alcaldía le revocara los permisos para operar en esa zona intangible.

Luksic reclamó en el Perú y en el exterior, pero no le dieron la razón y la situación de sus gerentes se vio mucho más complicada cuando se descubrió que había pactado con Vladimiro Montesinos, asesor de Alberto Fujimori, la entrega de dinero a cambio de que en el futuro le dejen operar su planta. La revelación de su relación con Montesinos provocó en 2001 que el grupo vendiera apurado el 6,7% que poseía en Backus por US$57 millones.

En 2006 el caso entablado por su relación con Montesinos prescribió, pero Luksic no recuperó su dinero. Los terrenos en Chorrillos fueron vendidos en 2008 con lo que el empresario chileno logró recuperar algo de dinero.

Otro escándalo político-empresarial en el que ha estado metido Luksic saltó este año cuando en Estados Unidos se descubrió que había alquilado su casa a Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense, y a su esposo Jared Kuschner, mano derecha de Trump en le Casa Blanca.

¿Que tiene de malo eso? Que Luksic, a través de Antofagasta Minerals, tiene un proyecto minero en Minnesota, Duluth Metals, que está detenido desde el año pasado por preocupaciones ambientales.
A fines del 2016, luego que Trump ganara las elecciones, Luksic compró una mansión en Washington por 5,5 millones de dólares, para meses después alquilarsela a la hija del presidente. En Estados Unidos se investiga si la transacción oculta un soborno o si todo es pura coincidencia, como asegura Luksic.

Mientras, su proyecto de cobre y zinc sigue paralizado y con ello los 400 millones de dólares ya invertidos.

"No siempre se gana, las inversiones tienen riesgos", ha dicho Luksic hoy en Twitter respecto a lo perdido en el Banco Popular. Él se encuentra actualmente en Washington DC.

Con todo, Luksic no se rinde en sus planes de internacionalización. Y aunque ha fallado en su intento de comprarle a Petrobras su red de grifos en Uruguay y Paraguay, se dice que ha ofrecido mil millones de dólares por la red de distribución de combustible que tiene Shell en Argentina.

Y es que, a pesar de estos reveses, a Luksic no le va mal en el exterior. Según su Carta a los Accionistas de Quiñanco, incluida en su Memoria del 2016, buena parte de sus ingresos provienen ahora del exterior y ya no de Chile

“Quiero destacar que nuestra estrategia de internacionalizar y diversificar inversiones demostró con claridad su fortaleza, pues nuestra alza en utilidades fue impulsada desde el exterior, en un contexto de bajo crecimiento en Chile”, señaló. Quiñenco obtuvo una ganancia neta de 262 millones de dólares el año pasado, un alza de 83,1%, gracias fundamentalmente a la francesa Nexans.