A propósito de la segunda reforma agraria, por Elsa Galarza

El domingo pasado, fuimos testigos del lanzamiento de la llamada segunda reforma agraria. Muchos quedamos sorprendidos porque esperábamos la presentación de una nueva política agraria, pero escuchamos solamente una serie de acciones aisladas. Esto me lleva a preguntarme si se comprende a cabalidad qué son las políticas públicas y cómo se diseñan.

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Una de las principales funciones del Estado es el diseño e implementación de políticas públicas. El Estado tiene que asegurar que los ciudadanos tengan acceso a una serie de bienes y servicios, y lograrlo involucra a una serie de actores que contribuirán a determinar cómo hacerlo. De esta manera, una de las formas de definir lo que son las políticas públicas es una estrategia que sigue el gobierno para lograr sus objetivos, es decir, el conjunto de acciones de gobierno que abordan asuntos de interés para algún segmento de la sociedad. El proceso de construcción de una política pública busca beneficiar a los que son objeto de esta, pero con frecuencia, este proceso se ve afectado por intereses diversos, por opiniones diferentes sobre las necesidades prioritarias o por los distintos roles que debe jugar el gobierno para satisfacer estas necesidades.

Se pueden identificar tres características principales de las políticas públicas. La primera indica que las políticas públicas no se generan como resultado de promesas de campaña, por el contrario, son el resultado de debates, compromisos y perfilamiento a través de años, y que se convierten en políticas con la contribución de múltiples instituciones públicas, así como grupos de interés y la ciudadanía en general.

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En segundo lugar, las políticas públicas se ocupan de temas que afectan a segmentos importantes de la sociedad, o que afectan directa o indirectamente a la sociedad en su conjunto, y no de aspectos particulares para grupos específicos.

En tercer lugar, las políticas públicas incluyen los resultados de las acciones del gobierno, es decir, los ganadores y perdedores. Por definición, las políticas públicas promueven ciertos acciones o comportamientos y sancionan otras. De esta manera, algunos individuos o empresas pueden beneficiarse o ganar, mientras que otros pueden ser ignorados y por ello, perder. Hay que considerar que inclusive la mejor política pública puede tener consecuencias no contempladas y afectar a algunos segmentos de la población que se tendrán que compensar en función del bien común.

¿Cómo se realiza un buen diseño de política pública? Básicamente, siguiendo cuatro fases: (i) el análisis del problema, que implica entenderlo, cuantificarlo e identificar sus causas; (ii) el análisis de las soluciones, que incluye identificar diversas alternativas de solución, identificar público objetivo y recoger evidencias; (iii) el análisis de factibilidad de las soluciones propuestas, es decir, el análisis legal, presupuestal, político y administrativo; y finalmente, (iv) la elaboración del documento de política a través de algunos de los instrumentos legales para tal fin.

La política agraria es una política pública de relevancia para el desarrollo del país, e impacta a un gran número de personas y empresas. Vale la pena tomarse el tiempo y diseñar una buena política que impacte positivamente en los productores, y tome como referencia las buenas prácticas existentes.

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