Nueva York, (EFE)Luego de interpretar complejos personajes históricos como Oskar Schindler, el irlandés Liam Neeson dio un giro a su carrera con la saga de acción “Búsqueda implacable”, cuya tercera parte se estrenará en nuestro país a fines de mes, aunque considera que no ha dicho todo lo que tiene que decir como actor.
“Spielberg me envía una botella de vino cada Navidad, así que todavía estoy en su agenda”, dijo Neeson sobre el director que le dio el papel protagónico en la galardonada “La lista de Schindler”.
UN IMPROBABLE HÉROE DE ACCIÓN
El actor, ahora convertido en héroe de acción, asegura que esta faceta suya “no es una reinvención” y todavía espera “seguir evolucionando como actor”. No siente complejos por encarnar por tercera vez a Bryan Mills; en la primera cinta es un padre que se enfrenta a peligrosos criminales para recuperar a su hija de un secuestro.
“Las historias primarias a veces, son las más exitosas”, explica Liam Neeson. “Soy padre y estoy muy orgulloso de mis dos hijos. No tengo que hacer un gran esfuerzo de imaginación, sé que haría cualquier cosa por protegerlos”, agrega.
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Liam Neeson y Maggie Grace, protagonistas de la saga “Búsqueda implacable”. (Foto: Getty Images)
El toque de distinción de esta saga era, precisamente, convertir a alguien con la apariencia bondadosa y la edad de Neeson en un implacable héroe.
“Supongo que sí era inesperado. Yo tampoco me lo esperaba -añade-. Así son las vidas de los actores... Pero la fama que me ha venido ahora me alegro de no haberla tenido con 30 años, porque no la habría manejado bien. Ahora, a mis 62 años, todo me parece un añadido. Estoy encantado”.
En la tercera parte tiene que vengar a su exmujer, que no es secuestrada sino asesinada. “Parece que mi personaje atrae a la mala suerte, sí, pero por otro lado parece estar muy preparado para tanta mala suerte”, bromea. Y así, el hombre normal vuelve a vivir la transformación. “Es como si le apretaran un botón en el cuello y se convierte en una máquina de matar”, dice Liam Neeson.
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La agenda de Neeson vuelve a llenarse de grandes nombres. Como Martin Scorsese, que lo ha enrolado para “Silence”, la película sobre dos sacerdotes jesuitas en el Japón del siglo XVII. “Es muy relevante en los tiempos de hoy y se puede relacionar, de alguna manera, con lo que está sucediendo con el Estado Islámico”, dice el actor.