Era conocida como Cyril, Bronx y Dorette por servicios de inteligencia británicos y alemanes. Elvira Concepción de la Fuente Martínez, hija de un diplomático peruano criada en Francia, era una figura notoria en la alta sociedad de Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que pocos sabían es que detrás de su figura de socialité, ludópata y liberal amante de hombres y mujeres se escondía una de las figuras claves para el curso del conflicto, facilitando una operación tan crucial como el desembarco en Normandía el 6 de junio de 1944.
Es en torno a esta fascinante mujer que se desarrolla el libro “Los secretos de Elvira” de Hugo Coya, que gracias a una exhaustiva investigación por documentos desclasificados y los diarios personales de su protagonista recrea la vida de esta notable peruana no siempre destacada en nuestra historia. Su autor nos indica que esta nueva edición - el libro fue publicado inicialmente en el 2014 – es la versión más completa de su trabajo, incluyendo publicar por primera vez los expedientes del gobierno británico de la labor de Elvira. Además, nos adelanta que podríamos escuchar más de la historia de esta espía peruana y que trabaja en una adaptación en formato de serie en colaboración con Santiago Roncagliolo.
- ¿Qué crees que hacía Elvira una espía tan efectiva?
Yo creo que precisamente el hecho de que no sea el arquetipo de la espía. Tú imaginas a un espía como una persona que pasa desapercibida en cualquier ambiente y está permanentemente hurgando, mirando, husmeando en lo que hacen los demás. Ella era exactamente lo contrario, una persona extrovertida, alegre, divertida, graciosa, que además se vestía de manera llamativa. He conversado con algunas personas que la conocieron me contaban de que se sorprendieron con la revelación muchos años después que tuvo un rol tan preponderante en la Segunda Guerra Mundial.
- ¿Sería el equivalente de que Paris Hilton u otra socialité fuera revelada como espía?
De repente con menos frivolidad que alguien como Paris Hilton, con el respeto que se merece, pero sí, era una persona perseguida por los medios que iba a fiestas, reuniones, bares, que siempre estaba bailando y conversando.
- Incluso ella misma admitía que no podía guardar un secreto.
Claro. Sin ánimo de hacer spoilers, hubo una discusión entre los jefes del servicio secreto británico, donde se decían cómo le vamos a confiar a esta señora que es de esa manera. De repente no puede estropear los planes, revelar un secreto y costarnos una operación.
- A lo largo del libro hay una metáfora propuesta por la madre de Elvira del mundo de los ojos abiertos, que contiene todo lo dichoso, y el de los ojos cerrados. ¿Cómo interpretaste esta dicotomía?
El mundo de los ojos cerrados es precisamente aquello que no se ve, pero se siente. Y esta dicotomía es algo que existe en la vida real y que todos los seres humanos nos enfrentamos. Es ahora más obvio en esta época de redes sociales donde la gente se luce y muchas veces se muestra no como realmente es. En el caso de Elvira de la Fuente tenemos a una persona frívola, irreverente, sociable y de la que se podría pensar que no tendría ninguna preocupación política y le daba igual el rumbo de la guerra, pero ella tenía esta doble vida, este lado escondido en el mundo de los ojos cerrados y los secretos, donde se presentan nuestros verdaderos sentimientos a pesar de que muchas veces no lo exteriorizamos.
- Este libro es tu segundo de espías junto a “El último en la torre”. ¿Qué encuentras tan fascinante de este tema?
En realidad, el propósito de todos los libros que he publicado es tratar de insertar a los peruanos en grandes acontecimientos internacionales. Lo que hay entre “El último en la torre” y “Los secretos de Elvira” es que ambos personajes tuvieron un papel importante no debidamente reconocido en los libros de historia. Yo escribo lo que me gustaría leer y que lamentablemente no encuentro. Siempre extrañé estas obras que contaba la historia de los peruanos en los grandes acontecimientos mundiales y por eso es que he dedicado mi trabajo a ello.
-En el caso de Elvira, el ser peruana es una de las principales razones por la que la eligen para ser espía.
Correcto. Mucha gente señala que al inicio el Perú era oficialmente neutral y que estaba a miles de kilómetros del conflicto, por lo que estos acontecimientos no guardaban mucha relación con nosotros, pero resulta que esta mujer fue muy importante para esta guerra por dos razones. La primera es que logra evitar un ataque a Londres con armas químicas al engañar a los nazis diciéndoles que los británicos ya habían descubierto el plan y que iban a atacar Berlín de la misma manera. La segunda, y la más importante, es s papel preponderante en el Día D, donde ella junto a un puñado de espías de diferentes nacionalidades engaña a los alemanes sobre el lugar exacto donde iba a ocurrir el desembarco en Europa.
-Ella había informado de un ataque en el golfo de Vizcaya
Al sur de Normandía. Los nazis habían desplegado un gran contingente en el norte de Francia, pero ellos confiaron en que Elvira les había dado información correcta, por lo que enfilaron mucha más gente y unidades en un lugar incorrecto.
- Una cuestión que resalta el libro es la vibrante comunidad LGBT que había escondida en aquella época y las consecuencias que sufrieron por la guerra.
No solo por la guerra, sino porque en esa época, en Inglaterra y en muchos países, la homosexualidad era delito. Entonces si bien había esta comunidad activa, cualquier denuncia que les hicieran era peligrosa. Solo hay que recordar caso de Oscar Wilde. Muchos de los amigos de Elvira fueron apresados y llegaron a pasar varios años de cárcel. Era algo que se sabía, pero que se ignoraba, como esa frase muy típica de “Dios perdona el pecado, pero no el escándalo”.
- En el caso de Elvira, su expediente decía “lesbiana” como si fuera una debilidad o algo por lo que debían estar precavidos.
Era una debilidad para ellos. Pero ahora, he visto que a propósito del mes del orgullo en junio muchos en las redes sociales en el Perú presentan a Elvira como un símbolo, una peruana miembro de la comunidad LGBTQ, que logró un hecho tan importante para la humanidad.
El dato