Debate: ¿Está teniendo éxito la reforma del transporte en Lima?

En defensa de la reforma

Gustavo Guerra García / Presidente de Pro Transporte

La reforma del transporte implica varias reingenierías. Por un lado, está la reingeniería técnica que implica pasar de un sistema con 600 rutas superpuestas, a uno con no más de 300 rutas y servicios en un esquema tronco alimentador. El actual sistema tiene que ser desmontado integralmente ya que genera que todos los vehículos pasen por todos lados. La gestión del ex alcalde Luis Castañeda generó que las rutas aumenten de 300 a 600 y agudizó los problemas de la superposición y su impacto sobre los incentivos al correteo. Como consecuencia tenemos –en promedio– 28 rutas en cada avenida donde hay transporte público, definitivamente una barbaridad insostenible.

La segunda reingeniería es empresarial. ¿Podemos ser sostenibles con 400 empresas chicas de 46 unidades de las cuales solo cuatro son propias y 42 afiliadas? Imposible. 

El negocio de transporte es un negocio de economías de escala. Ha sido fundamental que la reforma condicione el cambio de modelo empresarial. 138 empresas que ya son adjudicatarias de 38 paquetes en los corredores complementarios se han agrupado en 16 consorcios y se han comprometido a poner a sus trabajadores en planilla y transferir las unidades a la propiedad de los consorcios. El cambio de modelo empresarial es de primera importancia y se consolida con un esquema de remuneración por kilómetro recorrido y no por pasajero subido. 

La tercera reingeniería es social. Los conductores tienen que pasar a planilla y contar con derechos y descanso apropiados. Esto es fundamental no solo porque es justo sino porque es importante para tener un control vertical de las operaciones. Hoy en día el chofer es el jefe de su propia operación y corretea buscando un pasajero adicional para conseguir plata para pagar al titular de la ruta, al propietario, al cobrador, la gasolina, los costos operativos y pagarse a sí mismo. 

La reforma necesita 12.000 choferes más que el número actual porque requiere 2,5 choferes por vehículo. Los cobradores serán invitados a entrenarse para reconvertirse en conductores y hay programas de mitigación para los choferes o cobradores que quieran salir del sistema hacia otras actividades. 

La reforma del transporte urbano es un cambio general de las reglas de juego que se ha iniciado con 14 ordenanzas que regulan la transición del sistema anterior al sistema actual. Ha seguido todos los pasos legales para dar concesiones exclusivas y retirará gradualmente a las combis y cústers de Lima en cinco años. 

Contra la reforma se han hecho 27 procesos judiciales, 18 ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) y 15 intentos de paro. En ningún proceso judicial han ganado los transportistas que se resisten a la reforma. Y en todos los casos la Municipalidad de Lima ha ganado en el Indecopi en última instancia. La secuencia de la reforma se ha implementado técnicamente y ahora estamos en un momento decisivo, que es el inicio del servicio ininterrumpido en el corredor azul. 

Esperamos que la reforma siga teniendo el apoyo ciudadano, pues es en beneficios de todos. Se presentarán dificultades, como en toda reforma, pero lo fundamental está en marcha.

Toda Arequipa, ¿vas? 

Luis E. Quispe Candia / Presidente de Luz Ámbar

Pese a que la ordenanza municipal prohíbe expresamente que los cobradores llamen a los pasajeros a viva voz, la trillada frase vociferada a gritos con la que casi a empellones subían a los pasajeros de la avenida Arequipa a los ómnibus cúster del transporte tradicional podría llegar a su fin.

Después de los cuatro fines de semana de marcha blanca (servicio gratuito), en breve se iniciará la operación del corredor Tacna, Garcilaso, Arequipa, bautizada como corredor azul. Finalmente, llega la esperada reforma del transporte. Buses de propiedad de los consorcios ganadores (inicialmente del 20% y en cinco años del 100%), buses euro IV de 9 metros mínimo, paraderos establecidos, estaciones de buses, patios de transbordo, sistema de recaudo mediante tarjetas, conductores en planilla con todos los beneficios laborales, retiro del servicio de taxi, erradicación de 58 empresas tradicionales incluidas del Callao, tiempo de viaje y frecuencia establecidos, alta rentabilidad para los consorcios al percibir por kilómetro recorrido y no por pasajero y más beneficios. 

Es decir, un servicio interconectado de transporte (SIT), que significa que con un solo pasaje podemos trasladarnos con otros buses del mismo sistema hasta tres veces. ¿Será posible tanta maravilla en los próximos días? ¿Saldremos de la pesadilla cotidiana a una nueva primavera del transporte urbano?

Reconociendo en la alcaldesa Susana Villarán la valiente decisión de enfrentar el caótico servicio de transporte urbano de Lima, asunto siempre ignorado en silencio durante varias gestiones y abordado con grandes promesas en cada campaña electoral, en tanto se cumplía fielmente el refrán “A río revuelto ganancia de pescadores”, vuelvo a la realidad al comprobar que el tiempo siempre tirano señala el final de gestión inexorablemente.

Lo cierto es que los consorcios ganadores aún no tienen la flota completa, ni nueva ni usada, pues los buses comprometidos son de propietarios individuales afiliados a las empresas que forman parte del consorcio y aún no se ha hecho la trasferencia de propiedad como se obliga en una declaración jurada. Lo anterior parece difícil, pues la banca comercial parece no interesarse en otorgar estos préstamos, excepto la Caja Municipal. 

No existe un solo conductor en planilla, pues ellos no aceptan un sueldo de 1.500 soles, porque reclaman que en el transporte tradicional ganan casi el doble. No hay aún un sistema de recaudo ni tarjeta electrónica ni prepago, lo que significa que será el cobrador o chofer-cobrador el que recaude. ¿Entonces, cómo se hará el pago por kilómetro recorrido? Los consorcios aún no ofrecen los patios de terminales ni los patios de transbordo.

Deberán implementarse cinco corredores complementarios, un corredor de integración, un corredor de aproximación, rutas en zonas no atendidas con una flota de 16 mil vehículos de mayor capacidad. Entonces, ¿dónde, cuándo y cómo se retirará el excedente de más de 19 mil vehículos? No existe fondo para chatarreo ni programa de reconversión laboral. ¿Por qué no se ha solicitado el apoyo del Gobierno Central? ¿De no ser reelegida Villarán, continuará la reforma?

“No por mucho madrugar amanece más temprano”, dice otro conocido refrán. El SIT no debe correr el riesgo de quedar como un cliché de recuerdo. El éxito de la reforma del transporte nos importa a todos los habitantes de Lima.