En los últimos días las autoridades chilenas están terminando de evaluar la magnitud inmensa del terremoto y el maremoto que han conmovido no solo a ese país, sino al mundo entero. Conforme se conocen más detalles se sobrecogen los ánimos y se pone una nota de tristeza en las actividades de ese país. Todo lo conocido hasta el momento resulta insuficiente para medir el costo del fenómeno que lleva además hondo estado de dolor y de miseria a miles de afectados. Una región riquísima ha quedado destrozada. Todo cuanto se haga en favor de Chile será poco.
H.L.M.