La formación de calidad es determinante para acceder a mejores oportunidades.
La formación de calidad es determinante para acceder a mejores oportunidades.

El Perú enfrenta un reto estructural en su mercado de trabajo: el 70,7 % de la población ocupada labora en condiciones informales, según la última Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En las zonas urbanas el índice llega al 65,1 %, mientras que en áreas rurales se eleva a 94,3 %, lo que refleja una brecha persistente que limita el acceso a seguridad social, beneficios y desarrollo profesional.

La informalidad, sin embargo, no es el único factor que restringe la competitividad laboral. Los ingresos muestran una diferencia sustancial en función del nivel educativo alcanzado. De acuerdo con el INEI, los trabajadores con educación universitaria completa perciben en promedio S/ 3.176,7 mensuales, más del triple de quienes solo culminaron la primaria (S/ 916,5). En Lima Metropolitana, entre abril y junio de 2025, el ingreso promedio de los egresados universitarios creció en 10,3 %, frente al 8,6 % registrado entre quienes solo tienen secundaria.

Estos datos evidencian que la formación de calidad es determinante para acceder a mejores oportunidades. En un mundo laboral cada vez más globalizado, el dominio del inglés y las competencias digitales se han convertido en requisitos indispensables tanto para jóvenes que ingresan al mercado de trabajo como para profesionales que buscan ascender o reinsertarse.

En este escenario, Gilbert E. Leiva Angulo, presidente de i-ED, institución con experiencia en formación digital, señala que uno de los principales retos es alinear la capacitación con las necesidades reales del mercado. Según Leiva, “el gran desafío del mercado laboral peruano no es solo la informalidad, sino la falta de competencias alineadas con las demandas actuales. La mayoría de trabajadores cuenta con secundaria completa, pero los empleos mejor remunerados exigen inglés y habilidades digitales avanzadas”.

A lo largo de este proceso, las soluciones de formación digital, como las que promueve i-ED, juegan un papel crucial. Estas permiten a las empresas medir y certificar competencias con estándares internacionales, lo que facilita la mejora de la productividad y la empleabilidad de los trabajadores. A través de herramientas como plataformas especializadas en el aprendizaje de idiomas y la capacitación en habilidades digitales, se busca equipar a los trabajadores con las herramientas necesarias para acceder a empleos mejor remunerados y en condiciones formales.

El uso de este tipo de soluciones también responde a la creciente demanda de habilidades tecnológicas y lingüísticas en un mercado laboral que aún enfrenta una alta informalidad. De hecho, en el Perú, siete de cada diez trabajadores siguen en la informalidad, lo que limita su acceso a seguridad social y otros beneficios.

Contenido sugerido

Contenido GEC