Aníbal Torres asumió la jefatura del Gabinete en febrero de este año. Pese a que no llegó a cumplir los seis meses, es el primer ministro de Castillo que más tiempo ha durado.
Aníbal Torres asumió la jefatura del Gabinete en febrero de este año. Pese a que no llegó a cumplir los seis meses, es el primer ministro de Castillo que más tiempo ha durado.
/ Cesar Fajardo

Después de casi seis meses al frente de la , renunció ayer al cargo “por razones personales”, a través de una carta dirigida al jefe del Estado , a quien agradeció haberle dado la confianza y la oportunidad de servir “a nuestra patria, especialmente al pueblo más postergado y olvidado”.

Torres –quien en la primera etapa de la administración de Castillo fue ministro de Justicia y Derechos Humanos– adelantó que regresará a las aulas universitarias, a fin de retomar “la investigación jurídica”.

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Fuentes de El Comercio indicaron que el mandatario había contemplado efectuar cambios en el Gabinete Ministerial antes del 28 de julio, cuando brindó su mensaje a la nación ante el Congreso. Agregaron que tenía previsto el relevo de al menos seis ministros, entre ellos el abogado, porque había una urgencia de refrescar el Ejecutivo.

Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, el 66% considera que Torres debía ser reemplazado, mientras que el 24% opinaba a favor de su continuidad, es decir, había un evidente desgaste en la figura del primer ministro, quien protagonizó tensos enfrentamientos no solo con la oposición en el Congreso, sino también con los medios de comunicación.

No obstante, dos factores frenaron los cambios: la entrega a la justicia del ex secretario general de la Presidencia Bruno Pacheco y su posterior declaración ante el Ministerio Público, que se produjo el fin de semana anterior al discurso del presidente por Fiestas Patrias ante el Parlamento. El otro motivo fue “la búsqueda de cuadros”.

Después de la experiencia con Mariano González en el Ministerio del Interior, quien dijo haber sido una “caballo de Troya” en el Ejecutivo tras su abrupta salida por haber autorizado la formación del equipo especial de la policía, el mandatario revisará “con detenimiento” los nuevos perfiles. “No quieren más problemas [de ese tipo]”, señalaron las fuentes.

Las mismas fuentes refirieron que la dimisión de Torres ha reactivado la intención de Castillo de renovar el Gabinete Ministerial.

Cartas que se barajan

Al cierre de esta edición, el mandatario barajaba cuatro nombres para reemplazar a Torres, dos de los cuales forman parte del Ejecutivo: Alejandro Salas (Cultura) y Roberto Sánchez (Comercio Exterior y Turismo). Los otros son Dimitri Senmache, extitular del Interior, y Betssy Chávez, exministra de Trabajo. Estos dos últimos fueron censurados por el Congreso.

Salas renunció el último lunes a su militancia en Somos Perú, luego de que ese partido le exigió su salida por ejercer “una defensa sesgada” de Castillo, quien afronta cinco investigaciones en la fiscalía. Tres por el presunto delito de organización criminal.

“Lo que en el comunicado denominan ‘defender al presidente’, yo le llamo convicción democrática y defensa de la institucionalidad. Ninguna persona que se haga llamar demócrata puede avalar iniciativas orientadas a que el país caiga en el desgobierno ni en imposiciones carentes de legitimidad”, refirió el titular de Cultura en respuesta a Somos Perú.

Salas se reunió el lunes y el martes con el mandatario en Palacio de Gobierno. Cada cita duró casi dos horas.

Chávez, congresista de Perú Democrático, también fue recibida por Castillo a inicios de esta semana. La reunión fue por poco más de tres horas.

Fuentes de El Comercio señalaron que si bien Senmache no ha acudido a la sede de gobierno desde el 26 de julio, sí ha mantenido contacto con el jefe del Estado. Agregaron que hoy se reunirían de manera presencial.

En las conversaciones previas –según las mismas fuentes–, el exministro del Interior puso tres condiciones para asumir la PCM: ejercer una “línea conciliadora” con el Congreso, que el Ministerio del Interior tenga una conducción neutral (lo que implica la salida de Willy Huerta) y realizar ajustes en el Gabinete, por ejemplo en los ministerios de Defensa y de Economía, entre otros.

Senmache fue censurado el último 30 de junio por el Parlamento debido a que la oposición lo consideró responsable político de la fuga del todavía prófugo exministro de Transportes y Comunicaciones Juan Silva.

Buscan concertación

La expresidenta del Congreso María del Carmen Alva consideró que el nuevo primer ministro debe ser una persona que no esté en el actual Gabinete y que tenga un perfil concertador. “Yo creo que eso es lo que debería hacer [Castillo] por su bien. No tener a una persona que le diga ‘chicheñó’ y que no pasa nada acá y que todo está perfecto”, remarcó.

A su turno, la congresista Gladys Echaíz, de Renovación Popular, indicó que la salida de Torres se debió producir “hace mucho tiempo”. “Si [el mandatario] quiere bajar las tensiones, [el nuevo titular de la PCM] debe ser una persona con un poco más de serenidad, ponderación y no confrontacional. […] Que este ministro le aconseje al presidente a decir la verdad”, expresó.

Desde el oficialismo, la parlamentaria Katy Ugarte, del Bloque Magisterial, opinó que tras la renuncia de Torres, “es hora” de que el jefe del Estado “haga un cambio asertivo” y elija a una persona que pueda “concertar con todas las bancadas” y no a un jefe de Gabinete “confrontacional”, sino un político que pueda “encaminar la gobernabilidad”.

El politólogo Daniel Encinas consideró que Castillo, al ser un “presidente precario”, necesita un Gabinete “para encubrir” y una muestra de ello fue el nombramiento de Huerta en el Ministerio del Interior. “El Gobierno tiene pocos incentivos para jalar a personas que actúen con independencia y que tengan credenciales profesionales y éticas. Será muy difícil que se dé un giro en el Ejecutivo”, comentó en diálogo con El Comercio.

Encinas afirmó que ve en Salas, Senmache, Chávez y Sánchez, con matices, “la continuidad” de la caída libre del Gobierno.

El analista político Pedro Tenorio indicó que la delicada situación legal de Castillo y su manera de articular el poder le”hace pensar que esta no será una oportunidad de cambio y mejora, sino que se van a profundizar los problemas”. Agregó que ninguno de los cuatro nombres que baraja el mandatario es lo que necesita para que su gobierno “enmiende el rumbo”.

“Ninguno le aporta ni el peso político ni la trascendencia pública necesaria para atraer y convocar a personas con experiencia y conocimiento que se puedan sumar a su administración. El presidente está desgastado y eso lo lleva a evaluar entre integrantes del club de la censura [como Chávez y Senmache]”, concluyó.

Además…

Torres invitó el último lunes a la presidenta del Congreso, Lady Camones, a reunirse ayer con Castillo en Palacio de Gobierno, con el fin de generar “los espacios de concertación” con el Ejecutivo que ella propuso en su discurso al asumir la conducción de la Mesa Directiva.

No obstante, Camones le respondió a Torres el martes que le era “imposible” asistir a la cita, porque el Congreso está en el proceso de formación de las comisiones ordinarias. Le pidió coordinar una nueva fecha para la cita con el mandatario.

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