“Tengo la esperanza de que logremos sacudirnos de esta gente [Los Niños] que no nos representa”

— El jefe del Gabinete Ministerial, Aníbal Torres, ha presentado una cuestión de confianza ante el Congreso, para que este debata un proyecto del Ejecutivo que busca derogar la norma que regula esta figura. ¿Cuál es el objetivo del gobierno con esta medida?

Primero hay que dar un paso hacía atrás, este gobierno le ha pedido a la OEA que venga al Perú, porque dice que no puede gobernar, que hay mucho obstruccionismo y lo que provoca esta cuestión de confianza es más inestabilidad en el país. Y espero que la OEA tome nota de que quien genera esta turbulencia es el gobierno. Segundo, en nuestro país la figura del primer ministro solía ser la del concertador, el que tiraba los puentes [de diálogo] con la oposición y los gremios empresariales, pero este gobierno en diferentes momentos ha tenido primeros ministros confrontacionales.

Y, además, esta es una cortina de humo más de este gobierno, porque la situación de la denuncia fiscal [contra el presidente Castillo] está llegando un punto tal que el país va a tomar consciencia de la gravedad de las investigaciones y se va a tener que tomar una decisión final.

— ¿Torres busca distraer al Parlamento y a la opinión pública de los recientes exabruptos que protagonizó?

Torres ha demostrado su poca calidad de persona [con las frases misóginas dirigidas a Sol Carreño]. Yo pienso que ya no da para más el primer ministro, pero el presidente Castillo ya nos tiene acostumbrados [a alargar este tipo de crisis], él ha desaprovechado desde el comienzo la oportunidad de concertar con el país, el Perú venía creciendo bien.

— ¿Qué efectos puede tener la cuestión de confianza en la relación entre un sector del Congreso y el gobierno a solo dos semanas de la llegada de la misión de la OEA?

El Congreso tiene los tiempos suficientes para someter a votación esta cuestión de confianza, y no se debe caer en el juego de Torres. El Parlamento puede demorar [el debate] hasta que llegue la misión de la OEA. De otro lado, ya llegó el momento de poner punto final a la gestión del primer ministro.

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— ¿La misión de la OEA puede brindar una salida democrática a la crisis?

Es un poco difícil, porque las decisiones de la OEA no son vinculantes y, segundo, por el sesgo que ha demostrado la OEA en su actuación en América Latina. Ojalá yo esté equivocado y esta organización realmente tome consciencia sobre lo que está pasando en el Perú. No veo qué solución democrática pueden dar cuando lo que se ha metido en el medio es la corrupción.

— Son pocas las instituciones que respaldan al presidente Castillo, quien afronta cuatro investigaciones preliminares por presunta organización criminal. ¿Al final, la misión de la OEA podría no emitir un informe positivo para su administración?

La misión de la OEA está formada por cancilleres y excancilleres, y espero que cuando ellos reciban las exposiciones de los diferentes actores del Perú y se den cuenta de la solidez de las acusaciones y de las pruebas [contra Castillo], le haga ver al presidente que va por un mal camino y que ello pueda significar, al final de la historia, a pesar de que puede ser un sueño, ir a un adelanto de elecciones generales.

— ¿La misión de la OEA puede significar un revés para el presidente?

Todo es posible en el mundo de la política.

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— ¿La situación de Acción Popular es delicada tras las denuncias contra ‘Los Niños’?

Es muy triste, pero yo tengo la esperanza de que los principios auténticos de Acción Popular al final prevalezcan y logremos sacudirnos de esta gente que no nos representa. Y tras ello venga el renacer de Acción Popular, un partido que tiene más de 60 años.

— ¿No cree que Acción Popular y el mismo Congreso han actuado con pies de plomo para sancionar a ‘Los Niños’? Hasta ahora continúan con normalidad en sus funciones.

Eso es una vergüenza, tanto para Acción Popular como para el Congreso de la República. Espero que la gente proba que sí la hay en el Parlamento ponga las cosas en su lugar y que nunca más en la historia del Perú se puedan colar este tipo de personajes […] Ellos han actuado, han incurrido en conductas más graves [que los tránsfugas], yo diría que son unos traidores.

— ¿Cuál es la autocrítica que debe realizar Acción Popular? Primero tuvieron el gobierno efímero de Merino; después una administración en Lima con Muñoz que no terminó; también María del Carmen Alva en el Congreso tuvo errores graves y ahora ‘Los Niños’.

Primero hay que separar la paja del trigo. Lo de Manuel Merino fue un relevo constitucional, con los votos de más de 100 congresistas, el final que tuvo fue un gravísimo error y manipuleo de parte de un sector político, que hoy el Perú está pagando la factura. Sobre Muñoz, él estaba haciendo una buena gestión y por un acto jurídico, que reconozco fue equivocado, pero no trascendente, fue separado del cargo.

Y en cuanto a Los Niños, usted tiene toda la razón, Acción Popular y los partidos políticos tienen que tener mecanismos de mayor control, de evaluación de sus candidatos. En la agenda política del país está pendiente una nueva ley de partido políticos para darle oportunidad a los verdaderos actores que el país requiere en el Congreso. Lo que más me preocupa es la imagen

Lo que más me preocupa a mí es que la imagen que se está generando de la política hacia los jóvenes es desastrosa y eso va a traer como consecuencia que jóvenes valiosos no quieran saber nada de la política.

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— La oposición en el Parlamento no tiene los 87 votos para la vacancia del presidente Castillo, pero sí tienen poco más de 66 votos para aprobar el adelanto a elecciones generales y que esta propuesta se someta a referéndum. ¿Por qué cree no han activado esta carta?

Porque todavía en el Congreso hay algunos que están pensando en sus temas personales, y también en las próximas elecciones y no en las próximas generaciones. Tengo la esperanza que los congresistas se darán cuenta que en sus manos está el futuro del país.

— ¿Existen congresistas que desean mantener los privilegios que hoy gozan?

Algunos sí.

— ¿El presidente Castillo debe presentarse en la CADE? ¿Por qué?

La CADE es un foro para escuchar a los empresarios, para tomar temperatura de las cosas que necesita el Perú a fin de apuntar a un marco de confianza para las inversiones, y si él no cree en eso, no veo ninguna trascendencia a su presencia. Y si asiste, se le tratará con el respeto que se merece.