
Hace 490 años, Francisco Pizarro fundó Lima a orillas del río Rímac, atraído por el clima apacible de la zona y su inmejorable ubicación geográfica. Desde entonces —un período que abarca dos tiempos históricos: la Edad Moderna y la Edad Contemporánea—, el centro de la ciudad se sigue ubicando en el centro de todo. Entre las edificaciones, plazas y monumentos más importantes de la capital, confluyen las vías provenientes del norte, el sur, el este y el Callao, generando un alto tránsito vehicular que a ciertas horas del día se torna infernal. Los contrastes siguen siendo otra característica fundamental. Solo hay que caminar por la avenida Abancay o, más precisamente, por las inmediaciones del Congreso, para notarlos: por un lado, un edificio blanco e impoluto; en la vereda de enfrente, sobre el jirón Andahuaylas, decenas de vendedores ambulantes que ofertan desde ropa usada hasta suculentos combinados de cau cau, cebiche y papa a la huancaína. Posiblemente, ninguna calle defina a Lima mejor que esta.
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“El Centro Histórico es una zona bisagra de un alto valor comercial que se materializa en los importantes conglomerados ubicados en su entorno, tales como Mesa Redonda, el Mercado Central o Grau”, nos dice Aldo Facho, arquitecto y urbanista. El especialista señala que esta importante actividad entra en conflicto con los esfuerzos que se hacen para preservar el valor monumental del Centro Histórico, “principalmente porque los fines que se persiguen son diametralmente opuestos”, sostiene. “Las actividades comerciales demandan grandes superficies y espacios logísticos, mientras que la conservación del valor monumental exige la preservación de las edificaciones históricas con sus estructuras y distribuciones originales”, añade el especialista. Eso es Lima hoy.
MANOS A LA OBRA
Reordenar el centro neurálgico de una ciudad caótica como la nuestra puede resultar una tarea titánica. Desde 2019, gracias a la aprobación del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima, Prolima viene ejecutando una serie de trabajos para recuperar y poner nuevamente en valor el patrimonio material e inmaterial de la capital peruana. A la fecha, esta institución ha presentado una serie de obras para el beneficio de los limeños y los turistas extranjeros que vienen a visitarla. Algunas de las más resaltantes son la peatonalización de 41 cuadras del damero de Pizarro, entre ellas los jirones Carabaya, Huallaga y Conde de Superunda (se prevé que en los próximos años sean intervenidas 72 cuadras más), así como la entrega de la remozada plazuela Santo Domingo, la plaza Bolognesi y el conjunto escultórico de la Alameda de los Descalzos, en el Rímac.

Como parte de nuestro recorrido, llegamos a Barrios Altos para conocer los trabajos que se realizan en la iglesia Nuestra Señora del Prado. La restauración de este monasterio, que presenta un 50% de avance, forma parte de un proyecto mayor cuyo fin es revitalizar este sector del Centro Histórico, un lugar amenazado por la tugurización de sus viviendas, muchas de ellas casonas en situación vulnerable.

Esta obra se suma a la recuperación de las iglesias Las Trinitarias, Buena Muerte y Santiago Apóstol del Cercado. En paralelo, existen dos proyectos en marcha para intervenir la Quinta Heeren y reconstruir el emblemático edificio El buque. “Estamos restaurando la fachada de la iglesia, el atrio, la iluminación, el campanario, la bóveda y la cúpula. Nuestra intervención ya no es únicamente de la fachada, sino también es estructural”, nos dice Luis Martín Bogdanovich, gerente de Prolima. “Antes habría sido imposible intervenir este monumento, como en los otros que estamos interviniendo. No había una visión, un plan, ni voluntad política que se traduzca en recursos”, complementa.

Con la aprobación en 2024 de la Ley 31980, Prolima se convirtió en el único ente encargado de proteger, conservar y fomentar el desarrollo sostenible del Centro de Lima. Esta norma, entre otras cosas, permite que el 3% del IGV recaudado en el distrito del Cercado de Lima sea destinado “exclusivamente a la restauración del Centro Histórico, en el marco de lo establecido en el Plan Maestro”, explica Bogdanovich. “Esto nos garantiza, a partir de este año, contar con un presupuesto de al menos 120 millones de soles para ejecutar las obras. Es un paso fundamental porque asegura la continuidad del proceso de restauración de modo ininterrumpido”, concluye.

Fundado en 1905, es uno de los bares más antiguos y tradicionales del centro histórico de lima. Queda en el jirón Áncash 202.

Una antigua casona republicana acoge este café-bar, uno de los más bonitos del centro. Está ubicado en el jirón Ica 153.

Es un bar y restaurante inspirado en el Palais Concert, que se caracteriza por su estilo bohemio. Dirección: avenida España 225.
UNA MIRADA AL FUTURO
Este año comenzó el conteo regresivo de cara a los 500 años de vida de Lima. El objetivo es que, de aquí al 2035, la Ciudad de los Reyes presente un rostro renovado, mucho más amable con el peatón y el medioambiente. La transformación más ambiciosa es la que se contempla en el Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac, que abarca la recuperación de cuatro kilómetros en ambas riberas del río hablador: se realizarán 70 intervenciones diferentes, incluyendo la renovación del Paseo del Canal de Monserrate, el parque Santa Rosa y la plazuela de Acho. En 2024 se declararon viables 11 intervenciones y, según nos cuentan, este año se empezarán a ejecutar varias de ellas.

Otra megaobra esperada es la ansiada remodelación de la avenida Abancay, que traza una línea divisoria entre el damero de Pizarro y Barrios Altos. Hasta donde se sabe, la propuesta incluye la construcción de dos túneles subterráneos para el transporte público y vehículos privados, así como la implementación de áreas verdes, zonas comerciales y espacio recreativos en la superficie. De acuerdo con Prolima, este año se elaborará el expediente técnico para ver su viabilidad. De hacerse realidad, el proyecto conectará La Victoria con San Juan de Lurigancho, reduciendo el tiempo de viaje de 46 a 12 minutos.


“Yo pienso que, de seguir así, el 2035 podremos tener gran parte del Centro Histórico de Lima recuperado y en una viada automática, imparable. Para ese año, buena parte del proyecto del río Rímac estaría culminado, y la avenida Abancay debería estar terminada. Se podrá llegar caminando tranquilamente hasta Cinco Esquinas desde la Plaza de Armas. Será una ciudad mucho mejor conectada”, pronostica Luis Martín Bogdanovich. “Esperaría, además, que la inversión privada esté mucho más consolidada en los rubros gastronómico, hotelería y turismo, como ha sucedido en otros grandes centros históricos de la región y el mundo”, finaliza.
Así las cosas, la Lima que todos queremos podría estar a la vuelta de la esquina. //

Es un espacio público que tiene como objetivo salvaguardar y difundir la música criolla. Está ubicada en el jirón Moquegua 376.

Es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, Suele presentar, obras, musicales y conciertos de todo tipo. Dirección: jirón ica 377.

Cuenta con exposiciones permanentes dedicadas a autores como César Vallejo y Mario Vargas Llosa. Queda en el jirón áncash 207.