En esta isla japonesa los mangos crecen en la nieve
En esta isla japonesa los mangos crecen en la nieve

Cultivar una fruta tropical en mitad de la nieve parece una tarea imposible, pero la aventura de unos emprendedores de la isla japonesa de Hokkaido ha resultado ser todo un éxito. Los codiciados mangos de esta zona se llegan a vender hasta en 50.000 yenes (unos 430 dólares).

Al este de la isla, en Tokachi (el corazón agrario de Hokkaido), un pequeño y destartalado invernadero de 750 metros cuadrados rodeado de nieve alberga 50 árboles de mango que producen desde el 2014 unos 2.300 mangos anuales en pleno invierno.

El propietario de esta plantación, Hiroyuki Nakagawa, explica que cultivar mangos en la nieve ha sido "un sueño" en el que empezó a trabajar desde hace cinco años, tras conocer a un granjero de la prefectura de Miyazaki que se dedicaba al negocio y que le aconsejó sobre cómo poner la granja en marcha.

Las gélidas temperaturas y las copiosas nevadas del largo invierno de Hokkaido no hicieron desistir a este japonés en su empeño de emprender un negocio que parecía inviable: cultivar una de las frutas tropicales por excelencia en condiciones extremas y vender el producto en Navidad, cuando está más cotizado.

Para ello, Nakagawa invirtió sus ahorros y una subvención de las autoridades niponas de 52 millones de yenes (alrededor de 450.000 dólares) en construir un invernadero, un cálido oasis a 31,5 grados centígrados de temperatura rodeado de nieve.

"Hemos recibido una estupenda respuesta de los consumidores. En cada cosecha agotamos las existencias, no tenemos excedente. De hecho, no producimos suficientes mangos", contó el empresario, que estudia ampliar las instalaciones de cultivo.

"La demanda supera a la oferta", añadió Nakagawa, que tras el éxito en la venta de mangos se plantea cultivar otras frutas, como la piña o el melocotón, para convertir a esta zona de Hokkaido en el "centro de producción de frutas tropicales de Japón".

La tecnología para hacer crecer la fruta en este páramo de nieve es poco contaminante, ya que el 80% de la energía usada para calentar el invernadero, donde la diferencia de temperatura con el exterior llega a los 44 grados, es limpia.

Los mangos que crecen en Hokkaido presentan unos niveles de azúcar ligeramente superiores al de los producidos en otras regiones debido al particular clima de la isla, con largas horas de exposición al sol y una amplia diferencia entre la temperatura mínima y máxima.

Esta circunstancia climatológica también afecta a otros productos cultivados en esta isla, convertida en la granja y la despensa de Japón pese a su temperatura extrema (la mínima registrada es de 41 grados bajo cero en 1902) y gracias a sus extensas zonas cultivables.

Hokkaido, que representa casi un cuarto de la superficie total de Japón, produce el 90% de legumbres, el 65% de trigo, el 78% de las papas, o el total de la remolacha cultivados en el país asiático.

Además, la industria ganadera local produce el 52% de la leche de Japón, casi cuatro millones de toneladas, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca nipón.

Fuente: EFE

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