Inés Melchor, la atleta de élite solo tiene tres auspiciadores

Si bastasen, como hace 17 años, las ‘chanchitas’ que hacían sus tíos en Huancayo para comprarle zapatillas, Inés Melchor (31) no tendría que pedir dinero a nadie. Eso es algo que ella ha evitado hacer desde que comenzó a pagar sus entrenamientos sola, con los premios que recibía por cruzar primero la meta de las competencias en las que participaba. Con esas monedas ganadas con el sudor de su frente (literal), Inés Melchor se pagó también la carrera de Derecho en la Universidad Peruana de los Andes. Y habría preferido seguir así, sin pedirle dinero a nadie, pero –seamos sinceros– no hay ‘chanchita’ que pueda pagar campeonato mundial alguno.

Inés Melchor no quiere nada que no merezca. Su única demanda desde hace cuatro meses al Instituto Peruano de Deporte (a través de la Federación Peruana de Atletismo) ha sido que le ayuden a cubrir aunque sea parcialmente el sueldo de su entrenador, el español Luis Miguel Landa. Las dos cartas que envió con ese propósito, sin embargo, obtuvieron la misma respuesta: el silencio.

Solo por la prensa Inés Melchor se enteró hace unos días de que las autoridades deportivas peruanas consideraban que no había dinero para financiarle un entrenador personal, pues el presupuesto destinado para el campeonato mundial de atletismo de Londres es “limitado”. “Si se tratase de la selección de fútbol, sería distinto. La diferencia entre el apoyo que se da a ese deporte y el que se da al resto es muy grande. Eso es incómodo, porque hay otras disciplinas en las que sí estamos obteniendo logros para el Perú. Eso nos desmotiva”, se lamenta la fondista.

Inés es una de las principales cartas del atletismo nacional. Hace menos de un mes se impuso en la maratón 42K de mujeres en Santiago (Chile) y consiguió allí un cupo para representar al Perú en el mundial de atletismo que se realizará en agosto próximo, en Londres. Uno imaginaría encontrarla con un buzo cubierto con marcas de muchos auspiciadores, pero solo tiene tres: Adidas, Entel e Hiraoka.

Confiesa la huancavelicana que nunca se había puesto a pensar en por qué no hay más marcas interesadas en auspiciarla, pese a sus innumerables laureles. “Nosotros nos enfocamos en competir más que en otra cosa, pero no puedo negar el hecho de que las empresas buscan [auspiciar] a personas que tengan una imagen que las pueda representar. Sí, es triste, las empresas deberían enfocarse no tanto en el físico de los deportistas, sino en los resultados que estos pueden traer para el Perú, porque ellas son también parte del país”, dice.

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