La lectura del comunicado duró menos de dos minutos, pero fue resultado de una larga y tensa negociación entre el periodista de “Cuarto poder” Eduardo Quispe, el director periodístico de América Televisión, Gilberto Hume, y representantes de las rondas campesinas de la comunidad de La Palma, en el distrito de Chadín, provincia de Chota (Cajamarca).
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Leer ese pronunciamiento en televisión nacional (en el que Quispe fue obligado a rectificarse y ofrecer disculpas por su reportaje emitido el domingo pasado que denunciaba un caso de presunto tráfico de influencias por parte de Yenifer Paredes, cuñada del presidente Pedro Castillo) era la única opción para que el periodista y su equipo pudieran salir sin que su integridad física corriera riesgo.
No había necesidad de especificar, recuerda Quispe, lo que le iban a hacer si es que no cumplían con la exigencia: la tarde de ese miércoles 6, entre 40 y 50 ronderos enardecidos, algunos con chicote en mano, lo tenían rodeado a él, a su camarógrafo Elmer Valdiviezo y al chofer que los acompañó y, además, habían bloqueado con piedras el camino de regreso para que no escaparan.
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Ya se habían cumplido aproximadamente cinco horas del secuestro y cada vez más subía el tono de las agresiones verbales y amenazas de los miembros de la comunidad. Quispe dice que su prioridad en ese momento era ganar más tiempo, intentar calmarlos, para así evitar que se iniciara la violencia física. Mientras que Hume, desde Lima, hacía las coordinaciones para cumplir con la coacción de los ronderos.
Una hora después de la lectura del comunicado (fue transmitido a las 8:07 p.m.), el equipo de prensa se retiró de La Palma en la misma camioneta en la que llegaron pero sin la cámara (los ronderos se la quedaron). En el camino se encontraron con un grupo de policías de la comisaría rural de Paccha que los resguardaron hasta la ciudad de Bambamarca.
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Secuestro y trasfondo
Lo contado hasta aquí forma parte de las declaraciones que Quispe dio la tarde de ayer en una conferencia de prensa junto con el director de “Cuarto poder”, Mauricio Aguirre, afuera de las instalaciones de América Televisión en Santa Beatriz (Lima).
El periodista narró paso a paso lo sucedido ese miércoles y también afirmó que el alcalde de Chadín, César Castillo, estuvo presente en esas horas de secuestro y no hizo nada para detener la agresividad de los ronderos.
Quispe asegura que el trasfondo de lo que vivió con su equipo son las declaraciones que el presidente Castillo viene repitiendo sostenidamente en contra de los medios de prensa en cada oportunidad que se le presenta. Para el periodista, no hay duda de la relación que hay entre su secuestro en La Palma y el discurso del mandatario.
“Lo que ha sucedido es de una u otra manera avalado por los dichos del propio presidente”, declaró Quispe.
Aguirre, en tanto, cuestionó que desde el Ejecutivo se intente soslayar lo que pasó. Además de un secuestro y una extorsión, afirmó el periodista, se trata de un atentado contra la libertad de prensa y en especial contra los periodistas que investigan al gobierno de turno.
Condena generalizada
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a través de un comunicado, también se sumó a las voces de repudio ante lo acontecido. “La naturaleza de esta acción de los ronderos no solo es un atentado contra los periodistas y el medio de comunicación, sino una agresión contra todas las instituciones públicas del país”, dijo la organización que también instó a las autoridades peruanas a investigar, señalar y llevar ante la justicia a los responsables.
La Federación de Periodistas del Perú (FPP), por su parte, envió un oficio a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, para que se tomen acciones legales inmediatas contra los que consideran presuntos autores de los delitos de secuestro y robo agravado. El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) también se sumó a este pedido y exigió que se identifique, interrogue y acuse con celeridad a los que cometieron estos ilícitos, además de determinar si es que hubo directivas superiores.
En tanto, el presidente de las rondas urbanas de Cajamarca, Justo Vargas, lamentó lo sucedido y dijo que los periodistas tienen derecho a estar en el lugar que requieran para informar sobre lo que ocurre en el país y que las rondas campesinas no se lo pueden impedir. “La labor de las rondas es detener a personas siempre y cuando haya cosas negativas o de repente son delincuentes que están robando o delinquiendo. No a los periodistas”, dijo a RPP.
En cuanto al Ministerio Público, la mañana de ayer informaron que la Fiscalía Provincial de Bambamarca abrió una investigación de oficio por los delitos contra la libertad (secuestro) y el patrimonio (hurto) en agravio de los trabajadores de América Televisión. La PNP, a través del general Fidel Pisfil, jefe del Frente Policial de Cajamarca, anunció que se iban a constituir en La Palma para recuperar los equipos que los ronderos les arrebataron a los periodistas.
Pisfil, además, comentó que los hombres de prensa no presentaron una denuncia sobre el secuestro en Bambamarca. Al respecto, el director de “Cuarto poder” dijo en la conferencia de prensa que la prioridad de ese día era salvaguardar la integridad de sus colegas y que la presentación de la denuncia es un tema que luego se discutiría en el canal.
De hecho, anoche, América Televisión volvió a interrumpir su señal (a la misma hora del comunicado que leyó Quispe), pero esta vez para emitir un pronunciamiento de sus periodistas en el que denunciaron la extorsión y secuestro de los que fueron víctimas sus compañeros y su medio de comunicación. Pero que ello no significaría que dejarían de seguir con su trabajo de informar e investigar al gobierno de Castillo.