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Hay ficciones que llegan para quedarse y eso se cumple al pie de la letra con el teatro musical. “”, “Chicago” y “” dejaron huella sobre las tablas en ciudades como Nueva York, Londres, Madrid, etc. y se han mantenido con temporadas constantes desde su estreno; podría decirse que hasta son sinónimos del género. Eso pasó con “The Book of Mormon” (“El libro de Mormón”), comedia sobre misioneros creada por Trey Parker y Matt Stone, los escritores de la serie “South Park”. Éxito de taquilla en Broadway y triunfadora en los Premios Tony, ya tiene funciones por todo el mundo.

Y ahora también tiene una nueva versión donde Perú es clave. Diego Enrico (23) ha vivido la mayor parte de su vida en Estados Unidos, pero esos “pucha” o “bacán” que surgen cuando habla delatan la procedencia de su cultura. Es un actor peruano-estadounidense, graduado hace apenas unos meses de la Molloy University, pero que, cosa rara para su gremio, tiene trabajo fijo: es uno de los protagonistas de “The Book of Mormon” en su segunda gira por el país norteamericano.

“Es mi primer trabajo profesional y hacer un papel como este apenas terminando de graduarme es enorme para mí”, cuenta Enrico a El Comercio. Él interpreta a Elder Arnold Cunningham, un chico mentiroso, sin amigos, que es enviado como misionero a Uganda. “Me encanta este rol, podría hacerlo por años si me dejan. La industria conoce este rol, significa algo. He conocido tanta gente increíble haciendo este show, todos muy profesionales. Es un gran paso para mí y estoy emocionado por lo que traiga el futuro. El cielo es el límite ahora”, dice en español, su idioma nativo, aunque por momentos vuelve al inglés que usa en su vida diaria.

Hijo de peruanos, Enrico se mudó a este país poco después de nacer. De su tiempo aquí recuerda los fines de semana con su familia, en la playa, a sus amigos y al pollo a la brasa. Cuando ya estaba en la primaria tuvo que volver a Houston, donde nació, y nada volvió a ser lo mismo. Sin amigos, se sentía apartado del resto; un “outsider”, para usar sus propias palabras. En secundaria y por insistencia de su hermano se metió a un curso de teatro y allí descubrió a otras personas como él que no encajaban en la sociedad, pero que sobre el escenario podían ser ellos mismos. “Y de ahí nunca paré”, sentencia.

Estaba aún en el colegio cuando la irreverencia de “The Book of Mormon” le voló la cabeza. Cantaba las canciones en el garaje de su casa, donde corría de un lado a otro como lo exige el papel, que es un reto físico; ya desde antes de profesionalizarse soñaba con trabajar en este musical, aunque primero como el otro protagonista, Elder Price. Su preferencia por Cunningham vendría después. “Es un personaje muy libre, no hay límites sociales que lo mantengan atado. Solo hace lo que le viene a la cabeza. Y eso me encanta”, dice Enrico, que al igual que su personaje tiene gustos geeks, siendo fan de animes como “Pokémon” y “Naruto”.

Al cierre de este artículo Diego Enrico ya ha visitado 34 ciudades con este rol y visitará varias más hasta el 2026, que es cuando acaba su contrato. Después de ello, cualquier cosa podría ocurrir. ¿Abrirse camino en Hollywood o Broadway? “Todo está abierto”, dice, relajado. Y si le cierran alguna puerta, como le pasa hasta al más santo de los mormones, tal vez mire al cielo y grite, como en la obra, “hasa diga eebowai”. Y de ahí a seguir tocando puertas.

DATO

Más información de la gira de “The Book of Mormon” en https://thebookofmormontour.com/