(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)

En la cuadra uno de rue Bruyère, en París, está el local de la Fundación Taylor. Ahí se expone, a lo largo de este mes invernal de febrero, la primera muestra de arte contemporáneo peruano en la Ciudad Luz. La exposición destaca por la pluralidad de obras pictóricas, esculturales, de video y fotografía. 

Nunca en Francia se había expuesto (y por un largo tiempo, además) una muestra de tal envergadura dedicada únicamente al arte peruano contemporáneo. Sí se habían presentado, en cambio, diversas exposiciones sobre nuestro patrimonio incaico y preincaico. 

Por ejemplo, en el Museo de Quai Branly se exhibe actualmente una gran muestra titulada “Le Pérou Avant les Incas” (El Perú antes de los incas), que en el 2006 fue presentada durante la reapertura del Petit Palais, gracias a la iniciativa del entonces embajador del Perú en Francia, Javier Pérez de Cuéllar. 

En relación con nuestro arte contemporáneo, en su edición del 3 de enero El Comercio ofreció en la sección Luces una amplia nota periodística para que la opinión pública se enterara de esta muestra no solo por su valor artístico sino histórico. Las obras están muy bien expuestas, en tres pisos del edificio de la fundación. 

La importante institución que alberga la exposición fue creada por el barón Isidore Justin Taylor (1789-1879), ciudadano francés que inició a partir de 1820 una obra intelectual y a la vez gerencial extraordinaria editando, en primer lugar, dos libros muy buenos sobre viajes pintorescos y románticos de la antigua Francia. Hombre de letras, director de teatro, apasionado por los dioramas y panoramas fue nombrado administrador de La Comédie Française (La Comedia Francesa), a la que el año pasado asistí para ver una obra de Bertolt Brecht. 

Taylor también fue diplomático y abrió las negociaciones conjuntamente con el gobernador de Egipto, Mehmet Ali, para que el rey de ese país regalara a Francia el importante Obelisco de Luxor, ubicado en la Plaza de la Concordia, una de las más bellas del mundo. Impulsor del arte en todas sus manifestaciones, en 1844 creó la Asociación de Artistas, que se caracterizó por su permanente actividad. En 1947, dicha asociación se instaló en el actual edificio de la Bruyère, calle próxima a la Ópera de París y a la siempre coqueta Pigalle. 

Precisamente desde su fundación, Taylor impulsó a la asociación para desarrollar el conocimiento de las artes que, gracias al apoyo de diversos artistas y mecenas, continúa hasta ahora. Impulsor del mutualismo, su proyecto original cuenta con el auspicio de diversos donantes. 

Sin duda, como afirma Jean-François Larrieu, su actual presidente y afamado pintor, “la longevidad de la asociación atestigua su necesidad y su actualidad se justifica por su éxito”. 

Se trata, pues, de una prestigiosa entidad promotora del arte, que en esta oportunidad exhibe a 22 artistas peruanos. Muchos de ellos radicaron en París durante su vida adulta, como el escultor Alberto Guzmán, a quien se le hizo un sentido homenaje por su deceso hace dos meses y con quien tuve una gran amistad. O como Gerardo Chávez, también recientemente homenajeado con una gran retrospectiva de su obra por sus 80 años en el Museo de la Nación limeño.  

La muestra nos ofrece además obras de Herman Braun-Vega, Gino Ceccarelli, Fernando de la Jara (quien trasladó su cuadro de Alemania a París), Rafael Hastings, Enrique Polanco, Alberto Quintanilla y Fabián Sánchez. Pero esta no se hubiera podido presentar si no fuera por el impulso de la pintora y promotora de arte peruano y latinoamericano Malena Santillana, fundadora de Comparart, una asociación peruana sin fines de lucro integrada por otros artistas que la apoyan, como las escultoras Giannina Lanatta y Ana María Westphalen, además del fotógrafo César Delgado, quienes como ella también expusieron sus obras. 

Para Santillana esta exposición, que también tiene el apoyo del grupo Drouot, una subastadora de arte de alcance internacional, “propone el recorrido del horizonte artístico a través de diferentes sensibilidades del arte peruano actual”. Como bien afirma, “en esta muestra se percibe la diversidad de técnicas, estilos y maneras que permitirán al público francés apreciar mejor la mirada que tienen los artistas peruanos de la actualidad”. 

Ese importante mensaje nos invita a revisar el criterio de que la imagen del Perú está solo en las exportaciones de nuestros ricos y deseados productos para hacer negocio. Esta imagen también se enriquece a través de nuestros artistas e intelectuales, expresión de la belleza y del conocimiento. 

Como decía Aurelio Miró Quesada Sosa, paradigmático director de este Diario: “No todas las cosas son contables ni rentables”. Es decir, no todo se mide económicamente. 

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