Gladys Pereyra Colchado

tenía 30 años y llevaba tres como sacerdote de la Orden de San Agustín cuando llegó a Chulucanas, una ciudad a 64 kilómetros al este de Piura. Era 1985 y todo el norte peruano aún sufría los estragos de un devastador fenómeno de El Niño que arremetió contra localidades emergentes a principios de esa década. Ese fue el inicio del estrecho vínculo que se afianzó por casi cuatro décadas entre el hombre que hoy el papa León XIV, el 267.º líder de la Iglesia católica mundial, y nuestro país.

Los rastros de su obra pastoral no solo se ven reflejados en las fotos que quienes lo conocieron comparten animosamente en redes sociales -está un joven Robert de cabellos oscuros en una pollada con jóvenes de la parroquia, almorzando con niños, siendo padrino de una bebé que hoy tiene 29 años- sino en el mensaje de compromiso con la población que dejó. En el 2024 volvió a esta localidad de la provincia de Morropón para celebrar los 60 años de Diócesis de Chulucanas.

Bautizo de Mildred Camacho en Chulucanas
Bautizo de Mildred Camacho en Chulucanas

Cuando volvió a Perú en 1988 ya no era solo un misionero: fue nombrado responsable del proyecto de formación de los jóvenes agustinos en los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Así comenzó a recorrer también la selva y la sierra peruana. En Iquitos, Prevost no predicaba desde la distancia y una foto suya en bañándose en Quistococha lo demuestra. Son ciudades a las que volvió en más de una oportunidad.

Así se veía el Papa León XIV viajando para predicar en los rincones olvidados del Perú. | Foto: Diócesis de Chiclayo
Así se veía el Papa León XIV viajando para predicar en los rincones olvidados del Perú. | Foto: Diócesis de Chiclayo

En Trujillo, entre 1988 y 1999, el panorama cambió. Se convirtió en prior del convento, vicario judicial y formador de seminaristas en el histórico Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo. Pero lejos de encerrarse entre claustros, fundó la parroquia Nuestra Señora Madre de la Iglesia, en una zona urbana de reciente expansión.

Tras un interludio como superior general de su orden en Roma, volvió al Perú como obispo de Chiclayo en 2014. Fue allí, en el corazón de Lambayeque, donde consolidó su legado pastoral. Recorrió Motupe, Monsefú, Ciudad Eten e incluso los rincones más alejados de Incahuasi, donde se llega tras horas de trocha. En Ciudad Eten, impulsó la construcción del primer Santuario Eucarístico del país, inspirado en un milagro local de 1649. En Motupe, al pie de la Cruz de Chalpón, pidió por la reconciliación del país durante las protestas sociales de 2022.

Su paso por el Callao, donde fue nombrado administrador apostólico en 2020, mostró que su misión incluía la lucha contra la violencia juvenil y ofició misas en las cárceles. “Promovía ollas comunes en zonas como Ventanilla y Pachacútec. Su compromiso tanto en Chiclayo como en el Callao era total”, contó Luis Alberto Barrera Pacheco, segundo vicepresidente de la CEP y obispo en el Callao.

En Perú también vivió los duros años de la pandemia de COVID-19, tiempo en el que, por las restricciones sanitarias y el aislamiento obligatorio para evitar contagios, salía a recorrer las calles llevando la fe y bendiciendo los lugares que en ese momento padecían los efectos de la enfermedad como cuando celebró un emotivo y simbólico “Corpus Christi”.

Papa León XIV cuando era obispo junto a otros sacerdotes en Chiclayo durante el coronavirus.
Papa León XIV cuando era obispo junto a otros sacerdotes en Chiclayo durante el coronavirus.

Nunca dejó solos a sus feligreses y lo demostró cuando transmitía las misas a través de Facebook, desde la parroquia Santa María Catedral de Chiclayo o buscaba fondos para conseguir dos plantas de oxígeno medicinal.

Además…
Misa por el papa

Hoy, desde las 8:00 p.m. se desarrollará la “Misa de acción de gracias por nuestro papa León XIV” en el atrio de la Parroquia Santa María Catedral de Chiclayo.

Misa por el papa

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