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Susana Villarán no reconoce culpa e intenta justificar aportes de Odebrecht y OAS: ¿qué sigue en el juicio?
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El juicio contra Susana Villarán por los aportes de Odebrecht y OAS se instaló este martes, más de seis años después de que la exalcaldesa admitió ante la prensa que las constructoras brasileñas dieron dinero para sus campañas. Y en la víspera de la audiencia judicial, la exalcaldesa rompió un largo periodo de silencio en el que no dio entrevistas a la prensa sobre su caso, primero por prohibición judicial y luego por decisión propia.
Ahora, en entrevistas brindadas al podcast del semanario ‘Hildebrandt en sus Trece’ y a RPP Noticias, Susana Villarán ratificó su tesis de defensa: sus campañas contra la revocatoria (2013) y de su reelección (2014) recibieron aportes de Odebrecht y OAS, pero eso, según ella, no estuvo vinculado las negociaciones de contratos, adendas o ningún acto de corrupción. En otras palabras, no admitió ninguna culpa más allá de haber ocultado ese financiamiento.
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La admisión vino sin mayores detalles. Ante preguntas sobre cuál fue el monto exacto de esos aportes -que según la fiscalía superaron los US$ 11 millones- la exacaldesa optó por no responder o indicar que eso se determinará durante el juicio oral que se inició este martes, a cargo del Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional. También intentó exculpar al resto de los 17 acusados del caso, alegando que solo ella y su fallecido exgerente municipal, José Miguel Castro, sabían de los aportes.

Susana Villarán también evitó responder directamente respecto a si se arrepentía de haber recibido los aportes. Por el contrario: buscó justificar su decisión con la necesidad de defender lo que consideraba como los avances de su gestión frente a las fuerza políticas que impulsaban su revocatoria; y sostuvo que lo único que buscaban Odebrecht y OAS a cambio era tener “estabilidad jurídica” para los proyectos que tenían con la Municipalidad de Lima.
“No hay vinculación entre las donaciones de campaña ni de Brasil ni del Perú con ningún acto ilegal en mi gestión, en nuestra gestión de Lima”, afirmó Susana Villarán en su entrevista con César Hildebrandt, el lunes por la noche. En otro momento, alegó que el dinero de las constructoras no fue para ello, sino para sus campañas e instó a que la fiscalía pruebe en el juicio cuáles fueron los momentos.
El Ministerio Público sostiene en su acusación que los aportes tuvieron como contraprestación favorecimientos ilícitos a las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS, así como a la peruana Graña y Montero, ligados a los proyectos Rutas de Lima, Línea Amarilla y Vía Expresa Sur. Por ello, la fiscalía la acusa de asociación ilícita, colusión, lavado de activos, falsa declaración y falsedad genérica.
Consultada directamente sobre si se arrepiente de haber recibido dinero de OAS y Odebrecht, replicó que “esa es una pregunta muy personal” y apuntó a justificarse: “Hice lo que yo pensé en ese momento que había que ser. Estábamos enfrentando a poderosos muy grandes, que hoy vemos con otros rostros, pero los vemos empuñando el poder de una manera terrible. Había que enfrentarlos con todo. Yo tomé esa decisión”, afirmó.
Su error, sostuvo, fue callar sobre esos aportes. “Yo me avergüenzo de lo que me tengo que avergonzar [...] Yo sabía que tenía que ir a la reelección. Si hubiésemos sido vacados no hubiesen habido Juegos Panamericanos del 2019 [...] No habría habido ni la idea de que era posible reformar el transporte”, continuó.

En la entrevista con RPP Noticias, realizada solo un par de horas antes de presentarse para el inicio del juicio, Susana Villarán tampoco pudo precisar el monto del financiamiento de sus campañas por parte de los brasileños. “En este momento no les puedo dar una cantidad exacta, pero sí fue una suma importante de dinero, muy lejos de esa exorbitante suma de 11 millones que no sé de dónde han sacado".
Nuevamente, intentó justificar la recepción de los aportes: “Yo callé en ese momento por razones políticas. En el momento de la revocatoria y de las campañas había mucho juego: había un intento de asalto a la Municipalidad de Lima, a su institucionalidad, de frenar las reformas y las políticas que estábamos haciendo y que pudimos hacer, felizmente, algunas de ellas a contracorriente", sostuvo.
No obstante, insistió en que esto no significó corrupción o favorecimiento indebidos a Odebrecht y OAS: “No ha habido ningún hecho de corrupción, no les hemos entregado ninguna ventaja [...] No ha habido ninguna contraprestación ni se va a poder probar ningún vínculo con actos de corrupción relacionados con los aportes. Era una situación de riesgo, [por la] que yo, en ese momento pensé que lo ameritaba, que había que enfrentar algo muy serio, que había que darle continuidad a reformas que Lima necesita".
La justificación vino de la mano con la evasión de la pregunta si se arrepentía de haber recibido el dinero: “Me arrepiento de haber callado en su momento [...] Sí, he dañado la confianza de mucha gente al haber callado durante esos años hasta el 2019. Lo reconozco y me apena mucho y he pedido perdón públicamente y lo reitero; pero no soy una persona corrupta y nuestra gestión ha sido absolutamente transparente"
Finalmente, ante la pregunta directa de si pensó que Odebrecht y OAS le estaban dando esos aportes gratuitamente, sostuvo que “no, ellos querían estabilidad jurídica, no querían lo que están viviendo ahora, que se han cancelado contratos, que se están viendo arbitrajes que está perdiendo la ciudad”.

El juicio instalado y lo que seguirá
Pasadas las 8:00 a.m. de este martes, Susana Villarán llegó al edificio Carlos Zavala del Poder Judicial para la audiencia de instalación de su juicio oral. Acompañada por su abogada, la penalista Merly Edquén, la exalcaldesa dijo a su ingreso que esperaba “justicia, respeto, imparcialidad y que se abra la verdad” en esta etapa final de su proceso judicial.
Minutos después, también llegó el fiscal José Domingo Pérez, del equipo especial Lava Jato, encargado de la acusación en la que se piden 29 años de condena para la exalcaldesa por cinco delitos. Consultada por las admisiones hechas por la acusada ante la prensa, el representante del Ministerio Público dijo que espera que haga lo mismo dentro del juicio y acepten los hechos por los que la acusan.
“Hoy la señora Susana Villarán tiene la mejor oportunidad para decirle a los jueces lo que viene diciendo a la prensa: que ha recibido dinero de procedencia delictiva de las empresas brasileñas para las dos campañas en las que ha participado, la campaña contra la revocatoria y de su reelección, que hacen aproximadamente a US$ 11 millones”, dijo ante una consulta de El Comercio.
Por otro lado, dijo que espera que el fiscal de la Nación interino, Tomas Gálvez, permita que el equipo especial Lava Jato siga adelante con sus trabajos en este y otros casos “de manera independiente y autónoma con los resultados que estamos logrando”. “Todos los juicios que se han llevado en el caso Lava Jato han concluido con condena. Hay una efectividad del 100% y esperemos que este caso también sea así”, remarcó.
Ya dentro de la audiencia judicial, el Tercer Juzgado Colegiado constató la presencia de la mayoría de los acusados y sus defensas. Luego de ello y de resolver distintos incidentes previos, lo que tomó casi tres horas, el juicio se instaló respecto a Susana Villarán y otros 17 acusados.
Previamente, se declaró la extinción del proceso penal contra José Miguel Castro y Mario Ruas Nogueira, acusados fallecidos. Además, no se instaló el juicio y se reservó el proceso respecto al acusado Leo Pinheiro, expresidente de la constructora brasileña OAS, debido a que no se le pudo notificar correctamente mediante cooperación internacional con Brasil.
Con la instalación del juicio, ya no hay marcha atrás en el proceso: deberá acabar en una sentencia, sea de condena de absolución. La próxima sesión será este miércoles desde las 9:00 a.m. con los alegatos de apertura de la fiscalía, a la que se le destinó un espacio de tres horas, y la de procuraduría. Las siguientes audiencias serán los lunes y martes de octubre, en las que harán sus alegatos iniciales las defensas de los acusados.
Cuando terminen los alegatos iniciales de fiscalía, procuraduría y todas las defensas, el tribunal preguntará a Susana Villarán y cada uno del resto de los acusados si aceptan o no los cargos del Ministerio Público. Si los rechazan, recién allí comenzará a citarse a evaluarse las pruebas y a citarse a los testigos.
Si alguno de los acusados opta por aceptar los cargos, este pasará a una terminación anticipada y el juicio concluirá para él. Para la fiscalía, ese sería el momento para que la exalcaldesa acepte la acusación. Sin embargo, todo apunta a que rechazará los cargos y que su defensa litigará contra la fiscalía a lo largo de este juicio oral, que podría durar entre dos y tres años.











