(Foto referencial: WolfBlur en Pixabay. Bajo licencia Creative Commons)
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Redacción EC

A la osteoartritis, a veces, se la llama por desgaste natural porque suele desarrollarse con el tiempo, a medida que se descompone el cartílago en la articulación. El cartílago es aquel revestimiento duro y escurridizo que amortigua los extremos de los huesos y los permite moverse libremente.

Con el transcurso del tiempo, el cartílago puede desgastarse completamente y hacer que los huesos se rocen entre sí, lo cual provoca dolor y dificulta el movimiento de la articulación. Aparte del dolor y de la pérdida de la flexibilidad, otros síntomas comunes de la artritis incluyen rigidez, enrojecimiento e hinchazón en la articulación.

(Foto: naturwohl-gesundheit en Pixabay. Bajo licencia Creative Commons)
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La gordura y la obesidad aumentan considerablemente el riesgo de sufrir osteoartritis en las caderas, las rodillas y la columna porque el exceso de peso ejerce más presión y tensión sobre esas articulaciones, lo que también plantea mayor riesgo de daño para el cartílago. Además, las proteínas producidas por el tejido adiposo ocasionan una inflamación nociva en y alrededor de las articulaciones que también contribuye a la osteoartritis.

--- Controlar el peso ---

Perder peso disminuye la presión sobre las articulaciones y eso, a su vez, reduce la probabilidad de que el cartílago se descomponga más. Además, también sirve para reducir la inflamación y, de esa manera, disminuir los síntomas de la artritis. No obstante, la pérdida de peso no puede componer el daño ya sufrido por el cartílago, porque una vez que este empieza a descomponerse, es imposible revertir el proceso.

Por lo tanto, aunque perder peso sea una medida excelente para controlar los síntomas de la artritis, por lo general, es preciso acompañarlo con otras terapias para reducir más eficazmente la inflamación y el dolor producidos por la osteoartritis.

--- Ejercicios y estiramientos suaves ---

La fisioterapia, en particular, puede servir para aliviar los síntomas de la artritis. Junto con el fisioterapeuta, se puede elaborar un programa de ejercicios para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, mejorar la amplitud de movimiento y reducir el dolor. De igual manera, posiblemente le ayude hacer ejercicio suave, como andar en bicicleta, nadar o caminar, en forma regular y sin la ayuda de nadie. El fisioterapeuta puede darle sugerencias respecto a qué actividades funcionarían mejor en su caso.

Algunas personas dicen que las terapias de movimiento, como el yoga o el taichí, ayudan a aliviar el dolor de la osteoartritis y mejoran la amplitud de movimiento. Esas terapias implican hacer ejercicios y estiramientos suaves, combinado con respiración profunda. Si le interesa probar con el taichí o el yoga, pídale a su fisioterapeuta que le recomiende un instructor. Es importante trabajar con alguien que sepa guiar a personas con artritis, de manera que los ejercicios no lastimen las articulaciones.

Es igualmente probable que se necesite medicamentos para controlar los síntomas de la artritis. Los analgésicos de venta libre, como el acetaminofén y el ibuprofeno, suelen ayudar a aliviar el dolor. Los fármacos de venta bajo prescripción, como los antiinflamatorios no esteroides, también reducen la inflamación.

Por otro lado, si se fuma, hay que dejarlo ahora. El hábito de fumar se relaciona con daños acelerados en el tejido conectivo, artritis y dolor por artritis.

Lo ideal es consultar con el médico para elaborar un plan de tratamiento que permita afrontar el mal, encontrando maneras de reducir los síntomas y controlando la osteoartritis en este momento y en el futuro.

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