Casi 37 millones de personas viven con el VIH en el mundo, pero solo 59% recibe terapia antirretroviral (ARV). (Foto referencial: Shutterstock)
Casi 37 millones de personas viven con el VIH en el mundo, pero solo 59% recibe terapia antirretroviral (ARV). (Foto referencial: Shutterstock)
Christian Mestanza Arquiñigo

[*Esta nota fue publicada originalmente en marzo de 2019 tras el anuncio del caso del “paciente de Londres”. Ahora se ha reportado un tercero: el “paciente de Düsseldorf”]

Luego de más de 10 años, y por segunda vez en la historia, una segunda persona posiblemente se ha curado de . El “paciente Londres”, que ha preferido mantenerse en el anonimato, lleva año y medio [ahora 30 meses] sin remisión del virus a pesar de no tomar medicamentos retrovirales.

El caso es muy parecido al del “paciente Berlín”, la primera persona que se curó del VIH. Ambos se sometieron al trasplante de médula para tratarse cánceres de sangre, recibiendo células madre de donantes portadores de una mutación genética de la proteína CCR5 que evita que el VIH se afiance en el organismo.

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infecta las células del sistema inmunitario y las destruye o trastorna su funcionamiento, lo que acarrea el deterioro progresivo de dicho sistema y acaba produciendo una deficiencia inmunitaria. Así, el organismo queda desprotegido ante la amenaza de distintos tipos de infecciones.

¿Cómo fue posible eliminar el virus en ambos casos?

“El VIH, comúnmente, utiliza la proteína CCR5 de las células para ingresar su material genético en ellas y reproducirse. Sin embargo, en un cierto tipo de personas –que representan menos de 1% de la población- dicha proteína presenta una alteración genética que inhibe al virus, es decir, no deja que entre en la célula”, explica el doctor Juan Echevarría, médico infectólogo de la clínica Anglo Americana.

La médula ósea trasplantada, con la alteración genética en la proteína CCR5, empezó a regenerar toda la sangre del paciente, incluidas las células del sistema inmunitario, que son víctimas del VIH. Al no poder reproducirse, el virus fue progresivamente eliminado del organismo.

A la fecha, el “paciente Londres” ha pasado año y medio sin tomar medicación retroviral y actualmente no ha mostrado ningún signo del virus, como se explica en la revista Nature, en la que se publicó el informe del caso.

¿Se ha encontrado la cura para el VIH?

El doctor Echevarría explica que este procedimiento no es una cura para el VIH, ya que el trasplante de médula se aplica en tratamientos de leucemia u otras enfermedades oncológicas y trae consigo varios riesgos. Solo un bajo porcentaje de pacientes encuentra un donante compatible de médula, y encontrar a alguien que sea compatible y que además posea la mutación de la proteína CRR5, es más complicado aún. “El trasplante médula ósea acarrea muchos riesgos y no se justifica en personas que tienen el virus controlado con fármacos retrovirales; los cuales, si son tomados al pie de la letra, pueden tener hasta un 80% de efectividad”.

Juan Echevarría, médico infectólogo de la clínica Anglo Americana.
Juan Echevarría, médico infectólogo de la clínica Anglo Americana.

Pero este segundo caso de remisión y probable cura ayudará a los científicos a reducir el abanico de tratamientos.

"Esto nos permite a los investigadores avanzar en nuestro conocimiento de lo que es necesario para lograr una cura", señaló Michaela Müller-Trutwin, directora de investigación en el Instituto Pasteur de París.

La comunidad científica, por otro lado, aún toma con cautela la noticia del “paciente Londres”, considerándolo aún como “probablemente curado”, ya que todavía puede tener algún rastro del virus escondido e indetectable en el organismo.

No obstante, en declaraciones a la agencia Reuters, Ravindra Gupta (líder del equipo médico que atiende al “paciente Londres”) ha dicho que este está “funcionalmente curado” en la medida en que, incluso si le quedara algún virus, no necesita tratamiento antirretroviral.

TE PUEDE INTERESAR

Síguenos en Twitter...

Contenido sugerido

Contenido GEC