Peruanos crean carteras de biocuero vegano a base de cáscaras de uva

La creatividad en la industria de la moda peruana no tiene límites. Sobre todo si se trata de innovar con materiales locales que favorezcan al medio ambiente. Con esta idea en mente, la empresa peruana Caxacori Studio ha creado un geotextil elaborado a base de cáscaras de uva, orujo, cuya formulación alineada a los principios de economía circular la corona como una alternativa estrella para reducir el impacto de los residuos de la industria del pisco y el vino en el Perú.

La industria vitivinícola peruana es un símbolo de orgullo nacional, pero como cualquier otra, también genera miles de toneladas de residuos. Tan solo en un año, deja más de 28 mil toneladas anuales de desechos, donde el 50% es cáscara de uva (14 mil toneladas de residuo de orujo). A modo de solución, Caxacori Studio ha creado Uwatex, un resistente biotextil vegano derivado de los residuos de cáscara de uva, cuya ecológica formulación que contiene hasta un 64% de insumos orgánicos se adhiere a los principios de economía circular de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. Un material que tiene doble propósito, pues también se propone como una alternativa mucho más sostenible ante el cuero 100% sintético y de origen animal, los materiales más usados en la marroquinería pero que también tienen un fuerte impacto en la salud y el medio ambiente.

Actualmente, la empresa peruana está trabajando en el desarrollo y mejoramiento del Uwatex en su laboratorio I+D y de escalamiento. Los resultados son impresionantes, pues lograron obtener un material con una composición orgánica al 20% que a su vez cumple con los requerimientos de resistencia que exige la industria de la marroquinería. Así, Caxacori Studio transforma estos desechos en un nuevo material apto para ser utilizado en la industria de la moda. En este caso, a través de la provisión del insumo a empresas y diseñadores, además, de una colección de mochilas y carteras para su comercialización.

Este proyecto de Caxacori Studio llegó gracias al cofinanciamiento de ProInnóvate, un programa que contribuyó con la empresa en un proyecto anterior basado en la elaboración de una línea de calzado con suelas a base de caucho natural de la Amazonía.