Alejandro Narváez, presidente de Petro-Perú señala que “Altamesa ya abandonó el país y nos dejó más pasivos que activos, y eso tenemos que asumirlo nosotros". (Foto: Petro-perú)
Alejandro Narváez, presidente de Petro-Perú señala que “Altamesa ya abandonó el país y nos dejó más pasivos que activos, y eso tenemos que asumirlo nosotros". (Foto: Petro-perú)
/ Juan Pablo Grovas Manrique
Juan  Saldarriaga

no descarta tomar medidas legales contra su socio en el desarrollo del (Loreto), la canadiense . Esto, debido a la decisión unilateral de la petrolera privada de retirarse del proyecto dejando detrás un conflicto social y millonarias deudas.

Alta Mesa ya abandonó el país y nos dejó más pasivos que activos, y eso tenemos que asumirlo nosotros porque somos socios de ellos”, manifestó el presidente de la estatal, Alejandro Narváez.

MIRA: Altamesa Energy abandona el país dejando una estela de deudas: ¿Cuál será el futuro del lote 192?

Refirió que el retiro de la canadiense, debiendo US$30 millones a proveedores y empresas comunales, originó que los comuneros se levanten “con justa razón, porque les deben mucha plata”, y tomen el campamento de Andoas y el aeropuerto adjunto.

Remarcó que Petro-Perú está heredando “ese pasivo de US$30 millones” y que su compromiso es honrar la parte que se adeuda a las empresas comunales que prestaron servicios a Alta Mesa.

En ese sentido, mencionó que se reunió personalmente el pasado lunes (en Lima) con cerca de cuarenta Apus del área de influencia del lote 192 y que, como resultado de ese acercamiento, se ha firmado un acuerdo y “están ahora mismo honrando ese compromiso”.

Dicho eso, el funcionario dirigió sus dardos contra los responsables de este descalabro, es decir, contra el Bank of America y los funcionarios de Petro-Perú y Perú-Petro que “seleccionaron mal a la empresa”.

Altamesa Energy abandonó el lote 192 debiendo seis meses de pagos y salarios  a empresas comunales y proveedores internacionales. En respuesta, los comuneros tomaron pacíficamente el campamento del proyecto, permitiendo el traslado a Lima de los trabajadores.
Altamesa Energy abandonó el lote 192 debiendo seis meses de pagos y salarios a empresas comunales y proveedores internacionales. En respuesta, los comuneros tomaron pacíficamente el campamento del proyecto, permitiendo el traslado a Lima de los trabajadores.

Es increíble. Esta empresa Alta Mesa ha sido seleccionada por el Bank of América, y el costo de eso asciende a US$5,6 millones y ese dinero se quedó en el camino. Mal seleccionado”, dijo.

Narváez anotó que parte de la responsabilidad recae en Carlos Paredes, expresidente de Petro-Perú, quien inició el proceso de selección con el Bank of America, y también en los funcionarios de Perú-Petro que dieron el visto bueno a la participación de la canadiense.

FUTURO DEL LOTE 192

Por lo pronto, Narváez indicó que Petro-Perú se encuentra trabajando con Perú-Petro en el vencimiento de los pasos legales que posibilitarán que Altamesa se retire por completo del proyecto para que “todos los que están interesados vengan acá”.

Al respecto, aclaró que hay “casi cuatro interesados, tres de ellos de primera línea”.

Esperamos que en los próximos días ya esté (seleccionada) la empresa que va a trabajar con nosotros, porque es uno de los lotes más atractivos que hay en la selva”, expresó.

Enfatizó que Petro-Perú no va a operar el proyecto petrolero en solitario. Por el contrario, precisó que necesita la ayuda de una empresa privada “que tenga espaldas financieras y, sobre todo, experiencia en operar lotes”.

Petro-Perú señala que busca reactivar y desarrollar el lote 192 con ayuda de un socio inversionista privado. Asegura que no operará el lote en solitario.
Petro-Perú señala que busca reactivar y desarrollar el lote 192 con ayuda de un socio inversionista privado. Asegura que no operará el lote en solitario.

Solo es una cuestión de afinar detalle y esperamos que Perú-Petro nos ayude un poquito”, añadió.

RESPONSABILIDAD DE ALTAMESA

Al cierre de este artículo, este Diario supo que Perú-Petro remitió una misiva a Altamesa, instándola a coordinar con Petro-Perú “la obtención de un Decreto Supremo en relación con el retiro y la cesión del 61% de su participación (en el lote 192)” en favor de la estatal.

Esto, a fin de que pueda iniciar el proceso para la formalización de la cesión de posición contractual del proyecto.

Perú-Petro advirtió a Altamesa que su retiro intempestivo del proyecto no la exime de sus obligaciones en torno a la seguridad, la conservación y el mantenimiento de los bienes entregados en cesión, ni tampoco “de ninguna otra obligación asumida en el Contrato de Licencia”.

Añadió que, de no presentar esta y otra información requerida, “el Contrato de Licencia se resolverá de pleno derecho y sin previo trámite (…) lo cual conllevará la ejecución de las cartas fianzas presentadas por el contratista”.

Cabe recordar que la búsqueda del socio inversionista para el desarrollo del lote 192 se inició en el 2019 y culminó en junio de 2021, cuando el directorio de Petro-Perú aprobó la selección de Altamesa.

No fue sino hasta marzo de 2024 que Petro-Perú cedió oficialmente a Altamesa el 61% de participación en el proyecto, reteniendo para sí el 39% restante. La cesión contractual fue firmada por funcionarios de la estatal, la canadiense y Perú-Petro.
No fue sino hasta marzo de 2024 que Petro-Perú cedió oficialmente a Altamesa el 61% de participación en el proyecto, reteniendo para sí el 39% restante. La cesión contractual fue firmada por funcionarios de la estatal, la canadiense y Perú-Petro.

Dos meses después (agosto de 2021), la estatal y la canadiense firmaron un precontrato de términos y condiciones para la inversión conjunta en el proyecto. Sin embargo, el contrato de licencia no se firmó sino hasta año y medio más tarde, el 28 de febrero de 2023.

Y transcurrieron treces mes más (marzo de 2024) para que Petro-Perú y Altamesa formalicen la participación que correspondería a cada uno en el proyecto: 39% para la estatal y 61% para la petrolera privada.




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