
Para bien o para mal, incluso antes de su estreno “Emilia Pérez” (dirigida por Jacques Audiard) es la película de la que más se habla en las últimas semanas. Si bien ha tenido éxito en el festival de Cannes, y que cineastas como Issa López y Guillermo del Toro la han llenado de elogios, es una historia con sus detractores, quienes señalan que reproduce clichés dañinos sobre México, que una de sus actrices habla mal el español, entre otras cosas. La película se llevó cuatro Globos de oro, incluyendo el de Mejor película musical o comedia, lo cual ha hecho que se le vocee para ser nominada al Oscar (el anuncio será el jueves 23 de enero).
En medio de la polémica está la actriz española Karla Sofía Gascón (52), quien ha defendido la película. “Hay mucho bloguero que se cree experto y hay muchos gatos que se creen que saben de cine cuando lo que saben es arañar”, dijo al medio Uno TV. A propósito del estreno de la cinta este jueves 23 de enero, El Comercio habló con ella. La charla tuvo lugar en octubre último, por medio de Zoom, en marco del estreno estadounidense, y cuando la conversación en redes no cuestionaba los méritos de la película.
“[Mi personaje] tiene que fingir que es otra persona para poder recuperar a su familia. Entonces es alguien que al final por mucho que hace no consigue librarse de algo o de expresarse como realmente es. Es muy bonito el poder trabajar un personaje y excavar tan profundo en la oscuridad”, contó Gascón, quien interpreta un exnarcotraficante que fingió su muerte, se sometió a una cirugía de reasignación de género, y pasó a llamarse Emilia Pérez. “He tenido que bucear en la oscuridad más profunda de mi ser”, añadió.

Gascón, quien en la vida real es una actriz transgénero, también interpreta a su personaje antes de que este se someta a la cirugía. “Manitas” del Monte es el opuesto de Emilia Pérez, la energía que transmite en la escena donde conversa con la abogada Rita (Zoe Saldaña) es la de alguien peligroso. La actriz española cuenta que para hacer la voz del narco utilizó los recursos que ganó por hacer doblaje amateur, además de inspirarse en el personaje de John Rambo, interpretado por Sylvester Stallone.
Entre los Globos de oro que ganó la película está el de Mejor canción original. Porque la cinta también es un musical, donde todo su elenco termina cantando de algún modo u otro; no es un musical típico, por lo que este premio también ha sido criticado. “Al final es un musical, pero yo creo que mi parte, tanto la coreografía como la como la música, quedaban un poco relegadas por la actuación. Yo creo que mi parte en la película, mi aportación principal ha sido actoral, ha sido entregar una conexión con el espectador tremenda. […] No tengo interés de hacerle competencia a Karol G”, dijo Gascón.
En otro momento de la entrevista, Gascón alabó el trabajo de su colega Zoe Saldaña. “Creo que ha hecho el mejor trabajo de toda su vida. Actoralmente creo que merece todo el reconocimiento del mundo, es una niña que trabaja de sol a sombra que es súper perfeccionista”, sostuvo. También tuvo palabras similares para Selena Gómez, quien interpreta a su esposa en la ficción, Jessi. “Yo a Selena la adoro profundamente, cada día que pasa más. Me parece súper sencilla, la más normalita de todos nosotros, creo. La que menos necesita aparentar que es otra cosa que no es y yo estoy orgullosísima de trabajar a su lado”, dijo.
A continuación, la entrevista completa con Karla Sofía Gascón:
— A mí me sorprendió que Emilia Pérez tenga una sensibilidad inesperada. Y digo inesperada porque cuando la vemos por primera vez es un ser amenazante; ya después se vuelve una persona de bien. ¿Cómo fue para ti balancear esta luz y oscuridad?
Bueno, al final realmente es un personaje que está fingiendo, que se la pasa pinchando desde el principio hasta el final de la película, porque primero tiene que fingir que es muy terrible para poder sobrevivir en el mundo que le ha tocado, tan oscuro. Y luego tiene que fingir que es otra persona para poder recuperar a su familia. Entonces es alguien que al final por mucho que hace no consigue librarse de algo o de expresarse como realmente es. Es muy bonito el poder trabajar un personaje y excavar tan profundo en la oscuridad, porque además es que la película incluso en iluminación si te das cuenta hasta que no es Emilia no cambia a la luz, pasa todo en la oscuridad, en tiniebla. Es maravilloso el trabajo que han hecho todo el equipo y Jacques para para llevar al espectador a esa cumbre del final de la película, y para mí, pues, he tenido que bucear en la oscuridad más profunda de mi ser para entregársela a Manitas, en este caso, y que pudiera luego toda esa fantasía salir y todo ese amor, como tú bien dices, al exterior.
— La voz que le das a Manitas es muy particular. Qué trabajo hubo de tu parte para hacer esa voz tan intimidante y tan distinta a la de Emilia.
Bueno, es que a mí me gusta mucho hacer doblaje; lo he hecho profesionalmente, no mucho, pero me encanta para divertirme. Es una de las cosas que más me divierte cuando me aburro o cuando me aburría en casa esperando algo, siempre bajaba el volumen de la televisión y empezaba a ponerle voces a todos los personajes y fíjate que las cosas que tú haces en tu infancia o en tu juventud que tú crees que no te van a servir de nada, aunque tus padres te regañan porque dicen qué estás haciendo, haz algo de provecho, no sabes para lo que te van a servir en el futuro. Y a veces cuando hacemos cosas que creemos que son una tontería, creo que deberíamos encontrarle todo lo que nos trae de beneficio. Me ha servido mucho el mundo del que yo venía, me han servido muchísimo ese mundo de las películas que yo veía en los años 80, de ver a Rambo, a Sylvester Stallone, este tipo de cine para construir precisamente la voz del personaje de Manitas. Entonces al final nunca sabes los caminos que te van a llevar a Roma, es impresionante. Pero te voy a decir una cosa: la voz que me han puesto en Alemania, del doblador, es mucho más terrible. A mí me da muchísimo miedo (risas).

—La película es un musical ¿Qué indicación les dio el director, Jacques Audiard, al momento de estas secuencias cantadas?
Al final es un musical, pero yo creo que mi parte, tanto la coreografía como la como la música, quedaban un poco relegadas por la actuación. Yo creo que mi parte en la película, mi aportación principal ha sido actoral, ha sido entregar una conexión con el espectador tremenda; lo que ocurre con este personaje creo que es único en la historia de del cine y creo que mi trabajo va más por ahí. Yo no tengo interés de hacerle competencia a Karol G ni a nada por el estilo, y ha sido complicado el trabajo en la parte musical, pero yo no sé leer música. No había tenido formación musical y yo creía que se había cantar, pero era de oído y, pues, me lo han corregido porque en sus manos estaba toda la parte musical y ha sido mucho trabajo en ese aspecto también.
—Y ahora que hablamos de música, sobre Zoe Saldaña...
Yo la adoro a Zoe y creo que también ha hecho el mejor trabajo de toda su vida. Actoralmente creo que merece todo el reconocimiento del mundo, es una niña que trabaja de sol a sombra que es súper perfeccionista, que quiere hacerlo lo mejor posible, y que estaba deseando hacer esta película.
—Y se generó un vínculo interesante entre tu personaje y el de Zoe.
Hombre, pues es normal, porque al final mi personaje le entrega a ella muchas cosas, y el personaje de ella le entrega muchas cosas a Manitas y a Emilia. Creo que los dos personajes evolucionan a la par en la película, creo que uno y otro se complementan y al final es la única amiga que ha encontrado en el mundo.
—En esta película has trabajado también con Selena Gómez. Ella es una estrella de Hollywood en apariencia inalcanzable, pero dime ¿Cómo es trabajar con ella?
Yo a Selena la adoro profundamente, cada día que pasa más. Me parece una niña súper sencilla, la más normalita de todos nosotros, creo. La que menos necesita aparentar que es otra cosa que no es y yo estoy orgullosísima de trabajar a su lado. Solamente tengo palabras de adoración y de alegría de poder estar junto a ella porque es una niña muy hermosa y muy divertida.
—En el caso de Emilia, por lo que muestra la película, su transición de género le supone un cambio de vida total. ¿Tu experiencia en ese sentido también se sintió así?
Obviamente, cada uno de nosotros con más o menos visibilidad cambiamos todos los días. No somos la misma persona que hace cinco años, ni que hace diez ni que hace veinte. Simplemente para entenderlo tienes que mirar una fotografía tuya cuando tenía cinco años, verás que ni siquiera te reconoces; o sabes que estás ahí, pero ese físico no es tuyo. Entonces al final todos los seres humanos vamos evolucionando de la manera que queremos y vamos cambiando, espero, que a mejor. Desgraciadamente no somos más jóvenes, pero sí tenemos más experiencia y ese es mi caso. Mi evolución personal ha sido tremenda también a la hora de liberarme de muchas cosas, en encontrarme más libre físicamente de lo que me encontraba antes.
—En todas tus entrevistas destilas una seguridad en ti envidiable, algo que no es fácil. ¿Cuál es el secreto para estar tan segura de ti misma?
Es que tampoco creo que sea así. O sea, yo tengo mis virtudes y mis defectos como cualquier otra persona, tengo mis problemas también y mis debilidades mis cripta, pero fíjate que hay algo que he aprendido en esta vida y es que no puede ser monedita de oro para caerle bien a todos, con lo cual hay que vivir la existencia lo más profundamente. Hay que aceptar los errores y los aciertos como vienen y no hacer las cosas esperando conseguir algo de los demás, no fingir que eres otra persona. Entonces esa libertad al final lo único que te da seguridad en ti misma porque no necesitas nada de nadie, no necesitas ni un aplauso. No necesitas fingir nada para sobrevivir, con lo cual eso hace que los demás te vean como alguien seguramente con mucha más seguridad. Pero la única seguridad que tengo es que nos moriremos todos y al final esto simplemente es un juego y toca reírse de uno mismo.
"Emilia Pérez" llega a los cines el jueves 23 de enero.