Sonia del Águila

Los 2023 no solo fueron una celebración de la música, sino también el punto de partida para un reencuentro que nadie imaginaba. En el Palacio de Congresos y Exposiciones Fibes, en Sevilla, España, Ezio Oliva (vocalista) y Renzo Bravo (bajista) –exintegrantes de – volvieron a hablar de la banda y de la posibilidad de traerla de vuelta tras años de caminos separados. Aquella noche, Renzo ganó un Grammy por “Ojos Marrones” de Lasso, pero lo que realmente marcó el momento fue un pacto no dicho: la posibilidad de revivir, aunque sea por una vez, la banda que hizo historia en el pop peruano.

Catorce años después de su separación, Ádammo regresa a los escenarios el próximo 31 de mayo en Arena 1, en un concierto único e irrepetible. En esta entrevista, sus integrantes revelan qué los llevó a tomar caminos distintos, qué los motivó a reunirse y cómo vivieron una carrera marcada por el éxito, la euforia de la música y también por desencuentros y momentos difíciles. Ádammo está de vuelta. Y esta es su historia.

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La conversación sobre Ádammo comenzó en el 2023, durante un Latin Grammy, pero quedó en el aire”, recuerda Renzo. “Esa noche nos dimos cuenta de que la banda había dejado una huella más grande de lo que imaginábamos. Se nos acercaba gente influyente de la industria colombiana y de Miami, algunos recién ganadores de un Grammy, preguntándonos por el grupo”, añade Ezio.

La idea del regreso tomó fuerza cuando Ezio habló con Renzo y Nicholas Cáceres (guitarrista de la banda), pero fue al mencionárselo a Diego Ubierna cuando todo comenzó a tomar forma. “Me puse muy sentimental cuando me lo propuso”, confiesa el baterista.

El reencuentro fue natural. “Diego llegó con su novia y su hijo, y fue como si nunca hubiésemos dejado de vernos”, cuenta Oliva. “Sentíamos que Ádammo no terminó como debía. Teníamos una familia de fans enorme, no solo en Perú, sino en otros países. Sabíamos que, si íbamos a volver, lo primero era reencontrarnos, reconciliarnos y recuperar la amistad que siempre nos unió. Sin los cuatro, este regreso no sería posible. Ádammo somos todos”, concluye.

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Ádammo marcó a toda una generación con su irrupción en la escena musical peruana en el 2007. Tras ganar Bandas de Garaje, un concurso organizado por Studio 92 en el que compitieron más de 200 bandas, su ascenso fue imparable. En el 2009, se llevaron el Premio MTV al Mejor Artista Nuevo, sus canciones llegaron a telenovelas en Estados Unidos y sonaron en Nickelodeon y Disney TV. En el 2011, alcanzaron un hito al ser nominados a los MTV Europe Music Awards en la categoría Best Worldwide Act. Sin embargo, tras casi siete años de carrera, el sueño se convirtió en pesadilla.

El 25 de septiembre del 2013, en Aguas Calientes, Cusco, la banda ofreció su último concierto. No hubo despedidas, ni abrazos, ni promesas de volver. Solo había resentimiento, desgaste y la certeza de que no podían seguir juntos. “Ese día era mi cumpleaños. Nicholas ya no estaba”, recuerda Ubierna. “Sabíamos que sería el último show, pero no queríamos asimilarlo”, agrega Ezio.

Tiempos turbulentos

La portada de su último disco “Tiempos Violentos” (2012) parecía un presagio de lo que vendría: una imagen de Ezio y Diego peleando a puños, y Renzo tratando de apaciguar, algo que, lamentablemente, terminó ocurriendo en la realidad.

Las diferencias dentro de la banda no eran solo artísticas. “Era insostenible lo que emocionalmente estábamos viviendo. Sí, una vez en una fiesta me fui a los golpes con Diego”, confiesa Ezio. Ubierna agrega: “Pero no fue solo una vez. Estábamos constantemente al borde de la agresión. En aquel entonces no hablábamos de salud mental, no teníamos herramientas ni una guía paterna o materna fuerte. La fama, el dinero y los premios también fueron un detonador”.

El renacer de sus integrantes

Tras su abrupta separación en el 2013, los integrantes de Ádammo enfrentaron uno de los mayores desafíos de sus vidas: reinventarse fuera de la música. Lo que alguna vez fue su mayor sueño se convirtió en una herida profunda que los llevó a replantear sus caminos personales y profesionales.

Del escenario a la publicidad

Para Diego, el fin de Ádammo significó un golpe emocional devastador. “Conocí la depresión cuando la banda terminó”, admite. Se sintió vacío y sin rumbo, al punto de abandonar la música por completo. En su intento por reconstruirse, fundó una agencia de publicidad digital desde la terraza de su casa con apenas mil dólares. Con el tiempo, su empresa creció hasta contar con 36 empleados, pero el vacío seguía ahí. “Me peleé con la batería, con Dios, con todo el mundo”, confiesa.

Caída y resurgimiento

Ezio, por su parte, tuvo que enfrentar una dura realidad económica. Sin dinero y sin rumbo, vendió las zapatillas que le había dado una marca patrocinadora para sobrevivir. Se vio obligado a dejar la casa que alquilaba y mudarse con un amigo. Con el tiempo, fundó una agencia de representación de artistas y conoció a su esposa, Karen, quien fue un gran apoyo en su proceso de sanación. En el 2015, retomó la música como solista, encontrando nuevamente su pasión y éxito en la industria. “Fue un proceso durísimo salir de esa oscuridad en la que me había metido”, confiesa.

Empezar de cero en el extranjero

Decidido a buscar nuevas oportunidades, Renzo se mudó a Los Ángeles. Sin embargo, el camino no fue fácil. Pasó de ser músico a trabajar como valet parking e incluso animador disfrazado de superhéroe en fiestas infantiles. Con esfuerzo, logró abrirse paso en la industria musical, llegando a trabajar con Maroon 5 y asociándose con reconocidos productores como Orlando Vitto. Hoy, es un nombre consolidado en la producción musical.

Del arte a la arquitectura

A diferencia de sus compañeros, Nicholas se alejó por completo de la música. Sin embargo, canalizó su creatividad en la arquitectura y la construcción. Retomar su carrera académica después de tantos años no fue fácil, pero encontró en esta nueva pasión un propósito renovado. “Hacer esto con estos cuatro es un sueño que una vez viví”, reflexiona sobre este reencuentro con sus compañeros de la banda.

Diego Ubierna, Renzo Bravo,  Ezio Oliva y Nicholas Cáceres de Ádammo. (Foto: Joel Alonzo)
Diego Ubierna, Renzo Bravo, Ezio Oliva y Nicholas Cáceres de Ádammo. (Foto: Joel Alonzo)
/ Joel Alonzo

El último adiós

El show del último adiós de Ádammo no solo será un viaje a la nostalgia, sino una noche de celebración y el cierre de un capítulo inolvidable. Para quienes crecieron con sus canciones, será la última oportunidad de corearlas en vivo, porque esta vez, no habrá un “después”.

“Habrá sorpresas, artistas invitados, y nuestras familias estarán presentes porque esto es algo muy personal” , subraya Ezio.

Una anécdota inolvidable

Ádammo siempre estuvo rodeado de momentos inesperados, y Diego recuerda uno que se volvió viral sin quererlo. “En Los Ángeles, Renzo y yo buscábamos entradas para un concierto de New Found Glory. En Twitter preguntamos si alguien tenía dos boletos de reventa para el show. Un brasileño nos dijo que tenía, y cuando llegamos al concierto, nos metió por una escalera trasera y terminamos en un segundo piso con solo 10 personas. Eran los Jonas Brothers, Demi Lovato, Hayley Williams de Paramore y un grupo muy exclusivo. No nos movimos ni para ir al baño de miedo a que nos sacaran. Esa noche tuiteé que Joe Jonas y Demi Lovato se veían hermosos juntos, sin saber que su relación aún era secreta. A la mañana siguiente, tenía miles de notificaciones y llamadas de nuestro manager: había hecho pública una de las relaciones más importantes de Disney”.

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