
Desde el lanzamiento de su primera canción “Línea imaginaria”, hace seis años, Carlos Cruzalegui no ha dejado de crear melodías que transitan entre lo peruano y lo latinoamericano, el pop rock, el jazz, y la bossa nova y, en algunos casos, hasta beats electrónicos. Con una trayectoria marcada por escenarios variados y ambiciosas colaboraciones, el artista se ha consolidado como una de las voces más destacadas de su generación.
“Estos años han sido de intenso aprendizaje. No hay una fórmula para ser artista; hay que forjar tu propio camino”, asegura Cruzalegui con emoción.
Antes de ser músico, Carlos quiso ser médico. Estudió medicina durante cuatro años en el extranjero, pero decidió dejar la carrera al darse cuenta de que no lo motivaba. En ese período de transición, conoció al dúo Alejandro y María Laura, quienes despertaron en él su pasión por el arte. Desde entonces, ha enfrentado desafíos, se ha reinventado y ha superado sus propios límites.
Ahora, en celebración de su sexto aniversario, el 5 de marzo, en el Teatro NOS de San Isidro, presentará un show especial, en el que dará un adelanto exclusivo de las canciones de su próximo álbum, previsto para estrenarse en la segunda mitad del 2025. El espectáculo contará con la participación de destacados invitados, incluyendo a la criolla Cecilia Bracamonte, entre otras sorpresas aún por revelar.
“Será un momento especial de celebración junto a mi público. Tocaremos varios temas nuevos, como ‘Solo tengo amor para dar’. Es un indie pop que formará parte de mi nueva producción, un disco que tendrá dos colaboraciones importantes: una es con una reconocida cantante peruana. La otra es con una arista argentina”, sostiene.
Carlos espera postular su nuevo disco en importantes premios internacionales, incluyendo los Grammy, con la vista puesta en el 2026. “Es una apuesta constante, y hemos recibido un gran apoyo para empezar a movernos en otros circuitos”, comenta, subrayando la importancia de que la música trascienda fronteras.
Destaca, además, la importancia de las colaboraciones. Su habilidad para transmitir emociones profundas con sus canciones le ha valido el reconocimiento de artistas como Susana Baca, quien lo invitó a compartir tanto canciones como escenarios. Y el músico argentino Kevin Johansen lo invitó a colaborar en “Fui te esclavo”, un tema que explora sonidos innovadores.

“Las colaboraciones son muy importantes”, señala Cruzalegui, expresando además su entusiasmo por la posibilidad de trabajar con Tony Succar. “Lo conversé con mi percusionista. Sería genial hacer algo con él. Es un gran artista, y es un orgullo ver cómo, junto a su mamá, han ganado el Grammy. Tiene una familia muy hermosa y talentosa”, añade con admiración.
Para él, la música es más que un oficio: es un ancla que lo conecta con su origen y su sueño. “No puedo permitir que una parte se imponga sobre la otra; se trata de encontrar un equilibrio, de estar presente en cada nota. Me encanta estar en el estudio, crear y explorar las múltiples maneras de dar vida a mis canciones. La música es mi pasión, mi vida. Mis sueños son grandes, y cada proyecto es una oportunidad para acercarme a ellos”, subraya.










