¿Dónde esconde el MRTA los millones producto de sus extorsiones? Siendo presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo afirmó que las “cuentas millonarias” estaban en Europa. Y el ex procurador José Ugaz dijo que era posible ubicarlas, congelarlas y repatriarlas a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Hasta ahora nada.
Entre 1984 y 1997, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), de inspiración cubana, amasó una fortuna a partir del crimen: raptaron a cerca de 50 civiles; en solo 17 meses, secuestraron a 12 empresarios y para liberarlos pedían entre un millón de dólares a más de cinco. A eso hay que sumar los cupos cobrados bajo amenaza en todo el país.
Nuestra ciudad no debe ni puede olvidar a sus enemigos, y los peores (debe quedarle claro a la juventud, y al marqués Vargas Llosa y a su corte) fueron, son y serán siempre los terroristas. No estaría de más colocar placas recordatorias de las atrocidades del MRTA en Lima.
Es bueno que los jóvenes sepan lo que perpetró el MRTA en nuestra ciudad, la que recorren para estudiar, trabajar o buscar a amigos. Si bien hoy cunde la inseguridad, nada se compara con lo hecho por emerretistas entre 1984 y 1997: secuestraron a vecinos prominentes, encerrándolos en agujeros infectos (‘cárceles del pueblo’), sin alimentos, y torturándolos física y psicológicamente.
Muchos sobrevivieron para contarlo (José Antonio Onrubia, Héctor Delgado Parker, Raúl Hiraoka Torres); pero algunos fueron asesinados durante el cautiverio –como el minero David Ballón Vera, cuyo cuerpo encontrado en San Miguel tenía signos de tortura, 40 kilos menos y dos balazos en la cabeza–; otros fueron acribillados en la vía pública, como el general Enrique López Albújar Trint (enero de 1990, en una calle sanisidrina). Peter Cárdenas Schulte, alias ‘Alejandro’, organizaba estos secuestros.
En el 2010, en entrevista con Cecilia Valenzuela de Willax TV, Estela Valdivia, abogada de Vladimiro Montesinos, sostuvo que apuntes del ex presidente Alberto Fujimori revelarían que la terrorista Nancy Gilvonio (excarcelada) sabe dónde está el dinero. Valdivia dice que Néstor Cerpa Cartolini tomó la residencia del embajador de Japón (1996) para intentar que su mujer (Gilvonio) fuera liberada; de hecho fue un punto en las negociaciones. Gilvonio fue excarcelada en el 2010. Había caído con la estadounidense Lori Berenson (también excarcelada antes de terminar condena) cuando planeaban un asalto al Congreso.
En el 2011, el contralmirante (r) Carlos Enrique Mesa Angosto, siendo presidente del Fuero Militar Policial, dijo no entender cómo se autorizaba que Gilvonio y Lori Berenson viajasen cuando “el dinero del MRTA está afuera”. Solo César San Martín defendió esas gollerías. El ex vicepresidente Luis Giampietri asegura que “Gilvonio y Berenson son claves para ese dinero”, por eso Polay y Cerpa buscaron su liberación.
Tenemos dos pendientes: construir un monumental escupidero público en repudio al MRTA y que la hoy miraflorina Berenson y su ‘amix’ Gilvonio cuenten dónde está el tesoro del terror.
CLAVESLa ruta del dinero de los terroristas— La emerretista Nancy Gilvonio Conde, ex pareja y madre de los hijos del cabecilla Néstor Cerpa Cartolini, fue excarcelada en 2010. Se cree que ella y Lori Berenson, en libertad desde noviembre de 2010, conocen dónde se encuentra el dinero escondido del MRTA. EN LIMAMRTA operaría en el cerro San Cosme — A fines de setiembre, el sacerdote Guillermo Álvarez, de una parroquia del cerro San Cosme, denunció la presencia de terroristas del MRTA. Serían más de 50 individuos que actúan bajo la fachada de un gremio de construcción civil.