
Cada 29 de junio, el Perú celebra el Día de San Pedro y San Pablo, patronos de los pescadores, con procesiones, festividades y homenajes a lo largo del litoral. Pero más allá del fervor religioso y la tradición, la fecha pone en evidencia una deuda histórica: el reconocimiento y apoyo pendiente para los miles de pescadores artesanales que son pilares de la seguridad alimentaria y guardianes de la biodiversidad marina del país.
“Los pescadores artesanales son quienes garantizan el acceso a los ciudadanos a especies como la pota, el jurel, la anchoveta, la caballa o el bonito en los mercados locales. Son parte esencial de nuestra cultura gastronómica, pero muchas veces trabajan en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos, seguro de salud o infraestructura adecuada para conservar lo que capturan”, señala Camilo Peirano, gerente general de Superfish, empresa peruana dedicada a la comercialización responsable de productos hidrobiológicos.
Aunque el Perú destaca como potencia pesquera mundial, el sector artesanal, que genera entre el 75% y el 80% del empleo directo según la FAO y el Ministerio de la Producción, sigue relegado por la falta de políticas públicas efectivas.
Camilo Peirano subraya la urgencia de implementar medidas como acceso a financiamiento, modernización de embarcaciones, sistemas de frío comunitarios y programas de formalización para fortalecer este pilar esencial de la pesca nacional.
“Proteger al pescador debería considerarse como una estrategia de país. Ellos están en la primera línea de una cadena que combate la anemia, fomenta el consumo de proteína accesible y es parte importante de nuestra cadena alimentaria. Necesitamos políticas que piensen en ellos más allá de la fecha simbólica”, afirma Peirano.
Desde Superfish, se impulsa el consumo de especies sostenibles, y resaltando la importancia de la trazabilidad y la pesca responsable como pilares para el desarrollo del sector. “El cambio debe ser sistemático y sostenido. Apostar por el pescador artesanal es apostar por un Perú más saludable, justo y resiliente”, añade.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos para apoyar al pescador artesanal?
Desde su rol como consumidores, Peirano sostiene que los peruanos pueden marcar la diferencia tomando decisiones informadas. Entre las acciones más importantes:
- Elegir especies accesibles y sostenibles como la anchoveta, pota, caballa, pejerrey, perico o bonito.
- Comprar en mercados locales o ferias que promuevan productos del litoral peruano.
- Informarse sobre la trazabilidad de los productos que consumen.
- Evitar especies en veda o capturadas de manera ilegal.
En medio de fenómenos climáticos, pesca ilegal y contaminación marina, el rol del pescador artesanal cobra más relevancia que nunca.