Si llegas a casa, descubres alguna travesura y reprendes a tu mascota, asociará estrés a tu presencia y no sabrá lo que hizo mal.
Si llegas a casa, descubres alguna travesura y reprendes a tu mascota, asociará estrés a tu presencia y no sabrá lo que hizo mal.
Lucero Yrigoyen M.Q.

Los perros entienden más de lo que te imaginas y saben aprovecharse si no les pones límites. Así que, si tu mascota es desobediente, no te quejes ni le eches la culpa: es porque tú estás fallando.

No lo regañes por algo que no debió hacer si antes no le has enseñado lo correcto. Recuerda que cuando son cachorros están explorando el mundo que los rodea y no saben lo que esperas de ellos ni cómo comportarse. Eso sí, toda la familia debe hacer que se respeten las mismas normas, repasárselas y tener mucha paciencia; de lo contrario tu engreído se confundirá y hará lo que más le guste y no lo que debe.

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Momento indicado

La corrección debe ser inmediatamente después de que haya realizado la acción no deseada, para que el perro asocie la conducta a la sanción. Por ejemplo: si llegas a casa, descubres alguna travesura que hizo durante tu ausencia y lo reprendes, asociará el estrés a tu presencia y no sabrá lo que hizo mal.

En el caso de los perros adultos no siempre un rotundo y firme “no” revierte lo inapropiado; eso es más efectivo en cachorros. Siempre es bueno que analices la situación que llevó a tu mascota a comportarse de esa manera para que te ayude a corregirla.

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Algunos consejos que recomiendan los adiestradores es que el can adulto tenga siempre puesto su collar y cuando haga algo negativo se le coja de allí y se le sacuda levemente, mirándolo a los ojos y diciéndole “no” con autoridad. Otra opción es acércate y dale un toque en el lomo con los dedos extendidos diciéndole en tono fuerte “no.” Corrige, pero siempre con cariño, jamás lo agredas.

Además, ten en cuenta que una mascota adulta ya formó sus costumbres de acuerdo a cómo se le educó de cachorra. Por eso es mejor y más sencillo educarlas de pequeñas cuando recién llegan a casa, que reeducarlas en la adultez. Si sientes que no puedes educar a tu mascota, busca la ayuda de un profesional y no pierdas la paciencia, desgastarás tu relación con la mascota.

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