El famoso piloto automático, ese modo inconsciente en el que andamos por la vida, sin darnos cuenta de lo que hacemos ni hacia dónde nos dirigimos. Un estudio de la Universidad de Harvard reveló que el 47% de nuestro tiempo estamos en este estado, es decir, no estamos presentes en ¡la mitad de nuestras vidas! ¿Qué fuerte, no?
Los estudios indican que normalmente estamos pensando en el pasado, que se asocia con la tristeza; o en el futuro, que se asocia con la ansiedad. En pocas palabras, sufrimos por lo que ya pasó o por lo que aún no ha pasado o quizás no pasará, quién sabe. Mark Twain dijo “Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca ocurrieron”. Y sí, nos puede dar risa ahora, pero durante esa “desgracia”, otra fue la historia.
Desde la mirada budista, el piloto automático se conoce como “mente de mono”, ya que representa a los pensamientos en nuestra mente, que saltan de un lado a otro como un mono lo hace en las ramas de los árboles. La diferencia es que en la mente este movimiento es incesante, sin tregua, sin descanso. El estar pensando de esta manera no nos da tiempo para enfocar nuestra atención en lo que hacemos mientras lo hacemos. He ahí el automatismo. Nos perdemos de disfrutar de las pequeñas y simples experiencias de la vida, desde tomar una ducha caliente hasta darte un minuto para darle un abrazo a las personas que quieres y lo más importante, realmente sentirlo.
Asimismo, nos perdemos la oportunidad de ser conscientes de nuestros patrones y condicionamientos, de cómo nos hacemos daño al resistirnos, al reaccionar impulsivamente, al no elegir darnos un espacio para contemplar las distintas posibilidades que la vida nos ofrece para enfrentar las adversidades de manera más calmada y sin generar tanto sufrimiento. Y entonces te pregunto ¿el tiempo que tenemos de vida, realmente vale la pena con esta falta de atención? ¿Acaso no es como si estuviéramos “dormidos”?
Mindfulness es una invitación a que te detengas y respires, y con ese respirar, conectes una y otra vez con el momento presente, con tu consciencia, con ese “darte cuenta” de cuál es la forma en la que estás eligiendo vivir tu vida y disfrutes de estar presente en cualquier actividad cotidiana por más simple que sea. Como saborear la comida, sentir tus pasos al caminar, reconectar con tu cuerpo y su lenguaje, estar presente para sentir las emociones con ecuanimidad, ya sean agradables o difíciles, y gracias a esta atención deliberada, puedas aprender a ser observador de tus pensamientos y elijas cuáles aportan y cuáles no a tu bienestar.
Mindfulness no es magia que arreglará todos tus problemas, pero sí es el inicio de una actitud de responsabilidad, en donde elijes hacerte cargo, de reconocer y aceptar las cosas tal cual son. Se trata de empezar por enfocar tu atención en el momento presente, de despertar a tu vida, de darte cuenta en qué lugar estás ahora y a partir de ahí, ser más consecuente con lo que realmente es beneficioso para ti y para el mundo en general.
Despierta del piloto automático para empezar a vivir la vida que realmente te mereces.