El bibliotecólogo Sandro Tucto en la sala de lectura para niños. 
 (Foto: Ana Briceño / El Comercio)
El bibliotecólogo Sandro Tucto en la sala de lectura para niños. (Foto: Ana Briceño / El Comercio)
Ana Briceño

Un bibliotecario del primer puerto intenta cambiar la ola delictiva en el instalando puestos de lectura en las zonas más convulsionadas.

Sandro Tucto es director de la Biblioteca Municipal del Callao y su aspiración es que, a través de la lectura, los menores puedan ser rescatados del mundo de violencia en el que están inmersos. El día que lo visitamos, la sala de lectura para niños estaba vacía. Tres madres de familia entrevistadas por este Diario, a dos cuadras de la biblioteca, no sabían que existía este lugar.

“Cuando realicé la feria del libro e invitaba a los vecinos, todos me preguntaron: ‘¿Regalarán algo?’ Están acostumbrados a eso”, comenta.

Los policías consultados para esta nota, que trabajan más de 10 años en el Callao, dicen que la situación cambiará el día en que sea la prioridad del Gobierno Central. “Dinero hay, ganas no. Muchos programas han quedado en nada. Se trata de gestión”, afirman.
Para los agentes, se necesitan estudiantes de los últimos ciclos de Psicología para que hagan voluntariado. También hace falta recuperar espacios públicos.

Una propuesta de la bancada de Fuerza Popular plantea, a través de un proyecto de ley, incrementar de 6 a 15 años la sanción de internamiento para los adolescentes de entre 16 y 18 años que cometan homicidio calificado, secuestro, violación sexual y sicariato.

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