MDN
Pasamayo
Redacción EC

Luego de que recuperaron el cuerpo de su hija del acantilado en el serpentín de , Marco Antonio Díaz fue a abrazar a los socorristas. “Lo único que quería era irme con sus restos. Ahora podré llorarla y enterrarla”, dijo mientras extendía las manos a los agentes. Indira Díaz, la mayor de las hijas de Marco Antonio, era una de las pasajeras del bus que cayó al abismo el martes después de ser impactado por un tráiler.

Hasta el miércoles por la noche, las autoridades habían recuperado 50 cuerpos del abismo que se encuentra en la ruta Lima-Huacho, pero los restos de la universitaria de 22 años no aparecían. La familia de Indira estaba angustiada e hizo guardia en la morgue de Chancay. Cuando les dijeron que no llegarían más cadáveres decidieron ir desde muy temprano a la zona del accidente para seguir con la búsqueda. Marco Antonio estaba decidido a contratar chatarreros para que revisaran entre los fierros del vehículo siniestrado.

Alrededor de las 9 a.m. de ayer, la Policía Nacional hizo un sobrevuelo en helicóptero y detectó dos cuerpos más en medio del barranco. Después de más de tres horas de labores, los restos fueron bajados en canastillas a la bahía y luego trasladados a la superficie en helicóptero. Allí, el padre de Indira reconoció a su hija.

El otro cadáver recuperado era el de Ada Burga Henriod, de 79 años. Sus familiares estuvieron presentes, pero prefirieron no declarar a la prensa.

Ayer también se removió parte del bus para verificar que no existieran más restos de pasajeros. Para cumplir con esta labor se usó un cargador frontal y cables de acero. A las 3:30 p.m., el jefe de la Región Policial Lima, Víctor Rucoba, confirmó que no había más cuerpos en la zona. El accidente en Pasamayo dejó 52 fallecidos y 6 heridos.

—Prisión preventiva—
El fiscal provincial de Huaral, Fernando Escobar, solicitó al Poder Judicial que dicte nueve meses de prisión preventiva para Christian Quillahuamán, conductor del tráiler, por el presunto delito de homicidio culposo en agravio de las 52 víctimas. La audiencia se realizará hoy a las 8:30 a.m. en el juzgado de turno de Huaral.
La División de Investigación de Accidentes de Tránsito de la PNP concluyó que la “culpa mayor” en el accidente recae en Quillahuamán, ya que invadió parcialmente el carril contrario. Según el informe, el exceso de velocidad del bus y las condiciones inseguras en la vía también maximizaron la tragedia.

—Cierre del serpentín—
El cierre temporal del serpentín de Pasamayo para los buses se oficializó ayer con la publicación de la Resolución Directoral 041-2018 en “El Peruano”. Según la norma, desde hoy y hasta junio del 2018 queda restringido el paso de coasters y ómnibus interprovinciales por ese sector de la carretera y ahora deberán transitar por la variante. La restricción se inicia a la altura del km 44 de la Panamericana Norte en el sentido de sur a norte; y en el km 75, en el sentido contrario.

El ministro de Transportes, Bruno Giuffra, indicó que los camiones seguirán transitando por el serpentín mientras se construye un tercer carril en la variante. Según declaró a RPP, se solicitó a la concesionaria de la vía que refuerce las barandas de acero, las cuales permitirán que los vehículos reboten y no se descarrilen.

Familiares de Kenny Villalobos Rojas, uno de los sobrevivientes del accidente, denunciaron que la empresa dueña del bus siniestrado no les ha informado qué gastos médicos cubrirá. Villalobos, de 27 años, está internado en el hospital naval. Tiene fracturas en brazos, piernas y una vértebra. Su hermano Erick Villalobos dijo que están preocupados por su rehabilitación.

En un comunicado, la empresa San Martín de Porres informó que tienen el compromiso de atender a los deudos y asumir la cobertura de los heridos hasta su recuperación. Difundieron un número para brindar asistencia a las familias. El Comercio llamó varias veces, pero no contestaron.
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