¿Qué mejor época para usar la fulminante carta antaurina que la época electoral? Esta epifanía parece haber arribado a la cabeza de Héctor Maquera –candidato del PPC a la presidencia regional de Tacna–, pues decidió promocionarse usando la figura del líder etnocacerista Antauro Humala. En tiempos donde Gastón, Darth Vader y Huevoduro ya han sido usufructuados, imposible olvidar que –a diferencia de los anteriores– un verdadero patriota está disponible.
Es cierto que algunos malpensados quieren ver una señal ominosa en que alguien que tomó la comisaría de Andahuaylas y purgó casi siete años de prisión por rebelión, sustracción de armas y secuestro escoja precisamente a Antauro, el líder del Andahuaylazo, como imagen para su reinserción a la arena política de la mano de un partido democrático. Pero no se preocupen: el presidente del PPC, Raúl Castro, ya aseguró hace meses que Maquera está rehabilitado. La solidez de este argumento y su coherencia con los hechos comprueba que no habría riesgo para la democracia.
Esta peculiar elección no quita que consideremos también a Antauro, igual que todo peruano, libre de perseguir sus afanes políticos. De hecho celebramos que, como reveló en su periódico hace algunas semanas, vaya por buen camino (“hoy actualmente [muchos de mis seguidores] son candidatos tanto de los movimientos etnocaceristas regionales, y también [vienen] siendo reconocidos e invitados en otros movimientos. Tenemos solvencia moral para ello y el pueblo así lo reconoce”). A estas alturas, tan solo podría frustrar el nuevo amanecer antaurino que algunos de sus correligionarios de probada solvencia moral, en especial aquellos invitados en otros movimientos, estén efectivamente rehabilitados.