
Una promesa latente
Resumen generado por Inteligencia ArtificialEl CADE Universitario 2025, bajo el lema “Ciudadanía activa, democracia viva”, reunió a más de 750 jóvenes de todo el país en la Escuela Naval del Perú, y tuve el honor de estar presente en una experiencia que encendió el espíritu colectivo de construir un Perú digno para cada uno de nosotros.
Durante tres días, los cadeístas compartieron espacio con líderes y ponentes de alto nivel. El jueves 26 fue la jornada denominada Inspiración, el día más potente en mi opinión. Se contó con la presencia de Rolando Arellano, Jorge Yamamoto, Augusto Townsend, Valery Zevallos, Boris Gamarra, Celeste Palomino, entre otros, quienes están cambiando el país desde sus distintos rubros, demostrando que el liderazgo puede tomar muchas formas mientras exista compromiso.
De todas las intervenciones, hubo dos que me marcaron. La primera fue de Ariana Lira, jefa de la Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio (EC Data), pues al encontrarnos en un año preelectoral, nos instó a practicar la incredulidad como una forma de proteger la democracia y, junto con su elocuencia, diapositivas llamativas y frases como “no creen, no posteen, no compartan si dudan”, nos enseñó que la ética de la creencia es un principio fundamental en tiempos de desinformación. Y la segunda fue de Danielle Jean-Pierre, directora de Investigación y Alianzas en Aliarse, quien a través de dinámicas tan sencillas como poderosas demostró que el liderazgo democrático se construye con colaboración y que, si nos unimos, el cambio deja de ser una promesa lejana para convertirse en una posibilidad real y presente.
Sin lugar a duda, me fui del CADE con una convicción clara: pertenecemos a algo grande. Ver, escuchar e interactuar con cientos de jóvenes de distintos lugares del país, unidos por el propósito de un Perú más justo, fue el recordatorio más poderoso de que la democracia no solo sigue viva, sino que late con fuerza en nuestra generación.