La selección peruana no pasó del empate sin goles ante una permisiva selección neozelandesa. La blanquirroja definirá la llave este miércoles en Lima. Debe ganar para clasificar. (Foto: Reuters)
La selección peruana no pasó del empate sin goles ante una permisiva selección neozelandesa. La blanquirroja definirá la llave este miércoles en Lima. Debe ganar para clasificar. (Foto: Reuters)
Sergio Merino Sánchez

La  no hizo el partido que se esperaba ante en Wellington, y se llevó un empate con sabor a poco en la ida del repechaje al Mundial de Rusia 2018.

Si bien es cierto, siempre es importante mantener el cero en el arco, el rival le cedió la pelota a la selección peruana, hecho que no aprovechó. La bicolor fue de más a menos, sin que signifique nuestra mejor versión.

A continuación, las razones del empate de Perú ante Nueva Zelanda:

1. No hubo juego vertical
 

Perú abusó del toque intrascendente por las bandas. Esto generó que el rival tome precauciones defensivas y nunca la selección tenga sorpresa en ataque. Se sabía que los defensores neozelandeses no eran los más virtuosos en el uno contra uno y los más habilidosos de la selección como André Carrillo o Christian Cueva no los encararon. Se desaprovechó una gran oportunidad de sacar ventaja.

2. Se abusó de los centros

Con la ausencia de Paolo Guerrero, era más que claro que se perdía al referente en el área. Jefferson Farfán hizo lo que pudo, pero no es un habitual '9' que gane todas por arriba. Cuando no se tenía un pase claro se enviaba el balón aéreo y estos centros tampoco fueron precisos. No hubo variantes ofensivas y se recurrió a lo más fácil, pero poco productivo en este partido.

3. Nueva Zelanda fue inteligente

La selección local leyó muy bien a Perú y supo replegar líneas cuando la blanquirroja atacó. Una vez que los dirigidos por Gareca se cansaron de trasladar el balón, los 'All Whites' impusieron su juego y por momentos inquietaron el arco de Gallese. Siempre apuntaron a los pelotazos largos, sobre todo con el ingreso de su mayor referente en ataque Chris Wood.

4. Los cambios demoraron

En la segunda mitad, Perú perdió el control del juego. Se notó a un equipo sin ideas que necesitaba variantes en ofensiva. Corzo no tuvo mucho trabajo defensivo en banda derecha porque Nueva Zelanda no suele atacar de esa manera. Advíncula le ofrecía a la selección una opción más en ataque y vaya que fue necesario. Farfán no se sintió cómodo y Ruidíaz pudo haber sido una buena opción.

5. El circuito del mediocampo no funcionó

Siempre destacamos a una volante con ritmo, dinámica y sorpresa, pero este partido debe ser uno de los más flojos que se le vio al equipo en el actual proceso. La producción fue prácticamente nula. Yotún, acostumbrado a ser un gran asistidor de los atacantes, en este partido nunca apareció. Carrillo tampoco sacó provecho de su habilidad y velocidad. Flores no estuvo fino y la sociedad con Cueva no caminó. Por momentos hasta se estorbaron.

La serie está abierta y se define en Lima con el apoyo de la hinchada. Pese a que este factor influye, si Perú no mejora, veremos un partido similar al jugado en Wellington.

No podemos caer en el juego brusco y largo como el que proponen los 'All Whites'. Perú si llegó hasta donde está es porque hizo lo que sabe: tocar la pelota al ras del campo y sorprender en ataque. Es el momento de jugar una verdadera final. Se jugó mal, pero lo del miércoles debe ser otra historia.

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