Sídney [EFE]. Tres personas han muerto, entre ellas dos bomberos, y una decena más han resultado heridas en las últimas horas a causa de la oleada de incendios que padece Australia, agravados por la ola de calor que afecta gran parte del país.
La última víctima falleció en el estado de Australia del Sur, donde otra persona esta desaparecida, y cuatro bomberos y tres policías resultaron heridos por quemaduras o inhalación de humo, según el gobierno de este estado donde hay 120 focos activos.
Los otros dos muertos son bomberos voluntarios que fallecieron después de que su camión volcara tras chocar con un árbol mientras trabajaban para contener uno de los fuegos que arden sin control en la periferia de Sídney.
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El suceso, en el que resultaron heridos tres bomberos más, ocurrió hacia la medianoche cerca de Buxton, a unos cien kilómetros al suroeste de Sídney, informó el Servicio Rural de Bomberos del estado de Nueva Gales del Sur.
Los bomberos luchaban contra las llamas en Green Wattle Creek, que el jueves calcinaron una veintena de viviendas y que junto al de Gospers Mountain, a unos 200 kilómetros al noroeste de Sídney, amenazan los alrededores de la mayor ciudad del país.
Las muertes elevan a ocho el número de víctimas provocadas desde julio pasado por los incendios en Nueva Gales del Sur, la zona del país más afectada.
El primer ministro, Scott Morrison, expresó sus condolencias por la muerte de los bomberos y dijo que su sacrificio para salvar vidas y bienes será recordado para siempre.
"Estaban defendiendo con valor sus comunidades con un espíritu y dedicación sin igual que les sitúa para siempre entre los australianos más valientes", dijo Morrison en un comunicado.
El accidente tuvo lugar poco después de que las autoridades de Nueva Gales del Sur declararan el estado de emergencia por una ola de calor que el miércoles elevó la temperatura media en todo Australia a 41,9 grados, el segundo récord consecutivo roto esta semana.
Hoy los termómetros rondan los 40 grados en gran parte del país, aunque las autoridades creen que lo peor de la ola de calor se sentirá el sábado que elevará la temperatura máxima a 47 grados en Nueva Gales del Sur.
"Estos incendios y condiciones de calor son horribles y aun quedan días difíciles por delante", dijo Morrison, objeto de múltiples criticas por irse de vacaciones a Hawaii en plena crisis por los incendios, la contaminación provocada por el humo y su política climática.
"Lamento profundamente cualquier ofensa causada a cualquiera de los muchos australianos afectados por los terribles incendios al tomarme un descanso con mi familia en estos momentos", dijo el mandatario.
Las llamas también han llevado a ordenar evacuaciones en el estado de Victoria, donde varias zonas, entre ellas Melbourne, han quedado además cubiertas por el humo proveniente de los fuegos de Nueva Gales del Sur.