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Miami. A Norma Martínez, una madre indocumentada de dos niñas nacidas en Nueva Jersey después de que ingresó ilegalmente a Estados Unidos en el 2007, le preocupa que el nuevo programa de inmigración del presidente Barack Obama brinde una protección fugaz que otro mandatario pueda revertir fácilmente.
En un discurso a la nación el jueves por la noche, Obama ofreció detalles sobre un decreto que permitirá a unos 4,4 millones de padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes vivir temporalmente en Estados Unidos, sin la amenaza de una deportación.
Aunque las comunidades de inmigrantes en Estados Unidos conocían los detalles del discurso, muchos hispanos indocumentados permanecían escépticos y afirmaban que no valía la pena arriesgarse a salir de las sombras por los nuevos beneficios temporales ofrecidos por la Casa Blanca.
“No quiero seguir viviendo a escondidas”, dijo Martínez, una salvadoreña de 34 años, y agregó que sería feliz de inscribirse y pagar una multa para evitar ser deportada.
“Pero si remueven el programa, eso significaría la deportación automática”, añadió, y dijo que ella y su marido, también indocumentado, podrían estar mejor fuera de la vista de las autoridades hasta que se llegue a una solución permanente.
Aunque la medida de Obama para padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales permanentes podría ofrecer un estatus temporal a hasta 5 millones de inmigrantes, sus muchas limitaciones superan a sus beneficios, según expertos.
“Es un paso en la dirección correcta, pero no va a cumplir su objetivo”, dijo Cheryl Little, una veterana abogada de inmigración y directora de Americans for Immigrant Justice, con sede en Miami.
“La acción aplazada no es estatus legal, simplemente es una prórroga temporal de la deportación”, agregó.
Los postulantes elegibles tendrán que entregar todos los documentos relevantes a las autoridades inmigratorias, incluyendo información sobre por cuánto tiempo han estado en el país, su fuente de ingresos y lugar de trabajo.
Los inmigrantes que han vivido ilegalmente en Estados Unidos por muchos años pueden tener miedo a postular al programa ante la posibilidad de que los deporten en el futuro si se acaba su estatus temporal, así como también a multas elevadas y exposición a cuentas médicas impagas, dijo Mark Hugo López, del Centro Hispánico Pew.
“Quién sabe quién será el próximo presidente y si puedan retirar esta protección”, comentó.
También es posible que los inmigrantes carezcan de la documentación apropiada para probar su elegibilidad, agregó, lo que se traduce en una enorme incertidumbre respecto a los beneficios que pudiera traer la postulación al programa.
La Acción Aplazada para Arribos durante la Niñez (DACA, por su sigla en inglés) ofrece un permiso de trabajo de dos años para adultos jóvenes de entre 15 y 30 años que hayan sido llevados a Estados Unidos en forma ilegal durante su niñez.
La acción ejecutiva de Obama es la medida más significativa para proteger a inmigrantes no autorizados desde 1986, cuando el Congreso aprobó una legislación que permitió obtener la residencia a casi tres millones de inmigrantes ilegales en el país, y finalmente la ciudadanía estadounidense.
Fuente: Reuters