(Foto: AFP)
(Foto: AFP)
Gisella López Lenci

La gran pregunta que todos se hacen en Brasil es si el apreciable colchón electoral del ex presidente (de casi el 40%) puede transferirse a , el ex alcalde de Sao Paulo que ha sido elegido como su reemplazo en las próximas elecciones del 7 de octubre.

El politólogo brasileño Juliano Grieber, director de Asuntos de Gobierno de la Consultora Barral M. Jorge, conversó con este Diario sobre esta posibilidad.

—Solo quedan tres semanas de campaña. ¿Haddad tendrá el tiempo suficiente para llegar a la segunda vuelta? ¿No ha sido presentado muy tarde?
Es muy probable que Haddad sea el candidato de los partidos de izquierda en la segunda vuelta. Aunque solo tenemos tres semanas, su intención de voto está en 9% pese a que no es tan conocido por la población, así que tiene un potencial de crecimiento muy alto. Lo que se espera para las próximas semanas es que va a seguir creciendo y probablemente tengamos una segunda vuelta entre Haddad y un candidato de derecha, que puede ser Bolsonaro o Alckmin.

—¿Y Ciro Gomes no tiene chance de pasar a segunda vuelta pese a que está en segundo lugar ahora?
Creo que Haddad tiene más opciones que Gomes pese a lo que digan ahora las encuestas. Con Haddad confirmado como el candidato del PT, él tiende a crecer. El tiempo de televisión y la infraestructura del PT, que es muy grande, pueden ayudar a ponerlo adelante que Ciro Gomes.

Recién el martes fue la confirmación de Haddad, pero creo que en una semana podremos ver los efectos de su candidatura. En esta primera vuelta, los candidatos se están enfrentando a los partidos de su mismo espectro ideológico, entonces Haddad se va a enfrentar a Ciro Gomes y Marina Silva, la candidata ecologista. Si Haddad consigue ser el candidato de la izquierda, en la segunda vuelta será una disputa contra Jair Bolsonaro (el candidato de la ultraderecha).

—¿Cuál deberá ser la estrategia de Haddad para captar el 40% de intención de voto que tenía Lula hasta antes de ser inhabilitado?
La transferencia de votos no ocurre automáticamente. Haddad tiene un perfil muy diferente al de Lula, no tiene la misma conexión con la población. Pero la campaña se está enfocando en que Lula es Haddad para conseguir la transferencia de votos. Si Haddad consigue un 20% de los votos de Lula, llega a la segunda vuelta.

—Haddad se debate entre dos escenarios. Tiene que conquistar a los partidarios de Lula, pero también a los más moderados que en una segunda vuelta no votarían por Bolsonaro, pero que tampoco toleran a Lula debido a los escándalos de corrupción…
Ese es el principal desafío de Haddad en la segunda vuelta. Pero ahora la estrategia del PT está volcada en la primera vuelta. En la segunda ronda primero se tiene que saber ante quién disputará la presidencia. Si es contra Bolsonaro, Haddad tendrá que tener un discurso más de centro contra los extremos radicales y no discutir mucho sobre corrupción. Si es contra Geraldo Alckmin (candidato de la centroderecha), va a enfocarse en la crisis económica que el gobierno de Temer no ha podido resolver.

—¿Cómo han afectado al electorado brasileño los escándalos de corrupción?
Hay mucho descontento de la población contra los políticos tradicionales, por eso hay un alto número de votos nulos o blancos (15%). Por eso Bolsonaro se ha fortalecido y está consiguiendo capitalizar el sentimiento de descontento. La corrupción es vista como uno de los principales problemas del país, e incluso durante estas elecciones las detenciones por la Operación Lava Jato continúan. Pero la disyuntiva está en que hay un rechazo de la población a los políticos, pero también se busca a alguien que tenga cierta experiencia para poder gobernar el país.

Contenido sugerido

Contenido GEC