Trujillo: la historia de dos temidas familias que extorsionaban a empresas de transporte

Su nombre es Luis Guillermo Álvarez Bautista, pero le llaman ‘Lucho Cartero’, porque enviaba cartas a sus víctimas, casi siempre transportistas y dueños de empresas de buses en varias zonas de Trujillo, a quienes exigía el pago de cupos mensuales. Quienes no lo hacían, recibían ataques personales o contra sus vehículos. Así operó durante varios años hasta que hace un año, a fines de diciembre del 2018, fue detenido y acusado de encabezar la banda criminal Los Malditos del Transporte.

Su ingreso al penal El Milagro, en Trujillo, no significó que dejara de operar. Desde su celda, comenzó a enviar cartas con amenazas a través de Julio César Casana Ruiz, alias ‘Pichirrín’, su socio. Según declaró un testigo protegido a la fiscalía, algunas de las empresas de transporte que eran obligadas a pagar eran Cielo Azul, Señor de los Milagros, Libertad, Ramiro Prialé, California, Salaverry Express y Líder Express, entre muchas otras. Cada una pagaba entre S/ 4 mil y S/ 6 mil al mes. La banda pasó a ser conocida como Los Nuevos Justicieros.

Cuando comenzó a investigar este caso, el fiscal William Rabanal, de la Tercera Fiscalía Corporativa de Trujillo, encontró un detalle particular: tanto Álvarez como Casana operan en complicidad con varios familiares y allegados de confianza, y así evitaban que la policía infiltre en su estructura criminal.

Según la fiscalía, ‘Lucho Cartero’ usaba como testaferros a sus tres hermanas, Deysi, Karina y Elena Álvarez Bautista, además de su madre, Emérita Bautista, y otros familiares cercanos identificados como Katherine Álvarez García, Karen Mercedes Cuba Bermúdez, Gladys Mercedes Evangelista Bautista y Patricia Elizabeth García Campos. Estas tres últimas fueron detenidas el último miércoles en un amplio operativo de la policía y la fiscalía. El resto permanecen como investigados.

En el caso de ‘Pichirrín’, quien también fue detenido el miércoles, su clan familiar también lo integraban su madre, Cristina Ruiz Ávalos, y la pareja de esta, Aldo Damián Vargas Mines, quienes lavaban el dinero obtenido a través de falsos préstamos. La policía también capturó a su esposa, Karen Delgado Pastor, a su cuñado, Anthony Delgado Pastor, a su primo, Jaime Ruiz Villanueva, y a dos personas de su círculo cercano, Aldo Pier Masías Villanueva y Jhony Joel Adrianzén Sarmiento.

En total fueron detenidas 11 personas y se incautaron 15 inmuebles, además de vehículos y dinero.

“Fue fundamental la participación de la Dirección de Lavado de Activos de la Policía”, explicó a este Diario el fiscal Rabanal. Según dijo, esto permitió establecer el modo en que los familiares de los cabecillas movilizaban fuertes sumas de dinero en poco tiempo, para así intentar despistar a los investigadores.

Durante las investigaciones, Rabanal descubrió además que, según notas de inteligencia policial, ‘Pichirrín’ había ordenado que se le hiciera reglajes y seguimientos hasta en cuatro ocasiones en el 2019, la última de ellas en octubre. El delincuente suponía que estaba tras los pasos del fiscal para dar el golpe, pero en realidad ocurría exactamente lo contrario y hoy está en un calabozo.

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