Hoy 300 vecinos de Chavín son beneficiados con la llegada del agua potable, el alcantarillado y el reservorio de aguas residuales.
Hoy 300 vecinos de Chavín son beneficiados con la llegada del agua potable, el alcantarillado y el reservorio de aguas residuales.

ESPACIO PROINVERSIÓN

Cuentan los vecinos de Chavín, uno de los once distritos de la provincia iqueña de Chincha, que antes de que la minería llegara, el suyo parecía un pueblo fantasma. Decenas de familias abandonaban sus tierras huyendo del terrorismo o en busca de un futuro mejor y estudios para sus hijos. Los padres de Washington Huamán fueron de los pocos que se quedaron. Washington tiene 35 años y tres hijos en edad escolar. Cultiva habas, papa y arvejas. Ha visto partir a sus paisanos tantas veces, y lo comprende: en Chavín no había agua suficiente para el consumo de su familia o para las labores agrícolas. Conseguir agua suponía montar un burro durante media hora, bordeando cumbres pedregosas hasta llegar a una quebrada. Con el inicio de la operación minera todo comenzó a cambiar. La municipalidad de Chavín, ProInversión y la empresa minera Milpo –que desde 2007 extrae plomo, zinc y cobre con contenidos de plata de la mina Cerro Lindo–, recurrieron al mecanismo Obras por Impuestos para construir lo que Chavín tanto necesitaba.

Detalles del progreso en la zona.
Detalles del progreso en la zona.

Una vida mejor No solo se mejoró el servicio de agua potable (que ahora funciona entre cinco y seis horas al día), también se construyó un sistema integral de alcantarillado, una planta para sedimentar la maleza y un reservorio para el tratamiento de aguas residuales para regadío. Desde setiembre de 2013, cerca de 300 vecinos disfrutan de estos beneficios. “Cuando llegué, había dos médicos, una enfermera y un técnico. Ahora la gente ha comenzado a regresar a raíz de los beneficios que ha traído la minería”, dice el técnico sanitario Heiner Atuncar, responsable del establecimiento de salud, y asegura que las enfermedades diarreicas en Chavín han disminuido desde que cuentan con estos servicios: si en 2011 había 100 casos, hoy son 25.

Ahora la comunidad cuenta con agua potable para sus actividades diarias.
Ahora la comunidad cuenta con agua potable para sus actividades diarias.

Washington Huamán también reconoce que estos avances son buenos, pero no suficientes. Él quisiera que su hijo, quien cursa el cuarto año de secundaria, no tenga que mudarse a Chincha para continuar sus estudios superiores. En Chavín hay un solo colegio con cincuenta alumnos y nada más. “Mi hijo se quedaría si aquí hubiera institutos”. Construir uno en Chavín, dice Washington, sería el siguiente paso para que su pueblo comience a progresar de verdad.

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